Humanidad y leyes versus violencia
10 de diciembre de 2002La Declaración Universal de los Derechos Humanos no tiene vencimiento. Vivir en dignidad, igualdad y seguridad son las aspiraciones consagradas en ella. La declaración provee estándares básicos y ha ayudado a convertir asuntos morales en un marco legal vinculante. Hoy, 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Sergio Vieira de Mello invita a pensar, en particular, en los innumerables civiles que están viviendo en medio de la guerra o el conflicto, y que continúan soportando atrocidades que deberían escandalizar la conciencia de la humanidad.
Los niños: los más vulnerables
Los derechos fundamentales, aunque establecidos en los derechos humanos y la ley humanitaria, son negados. Niños, mujeres y hombres son asesinados, mutilados, violados, desplazados, detenidos, torturados. A muchos les es negada la asistencia humanitaria básica y sus propiedades son destruídas a causa de la guerra. Los niños son desaparecidos, reclutados a la fuerza por ejércitos y guerrilla, separados de sus familias, explotados sexualmente; sufren hambre, enfermedades y mal nutrición y no pueden ir al colegio. "No solo se les niega su presente sino también su futuro", dice Vieira de Mello.
Colombianos: víctimas y victimarios
Terre des Hommes – Alemania, organización de ayuda al desarrollo, destaca hoy las violaciones contra los derechos humanos en América Latina, en especial, en Colombia. El conflicto colombiano ha degradado, visiblemente, la paz social en en ese país, indica Terre des Hommes. "Las personas que defienden los intereses de los labriegos y las gentes sin tierra son amedrentadas, amenazadas o asesinadas", asegura Wolf-Christian Ramm, vocero de Terre des Hommes. "Poblados completos son constante presa de la guerra entre el ejército oficial, la guerrilla y los paramilitares", continúa Ramm, quien indica que han "exigido al Gobierno colombiano hacer respetar la integridad de la población civil".
Esperanzas de justicia
"La impunidad por grandes violaciones de derechos humanos y graves infracciones a la ley humanitaria es rampante", sostiene, por otro lado, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y concluye que la entrada en vigencia del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, en julio 1 de 2002, ha traído "gran esperanza en la lucha contra el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad".
Es mejor prevenir que reconstruir
La mejor oportunidad para prevenir un conflicto, limitarlo, solucionarlo y recuperarse de la violencia, está en la restauración y defensa del Estado de Derecho. El conflicto armado se mantiene como un monumento sangriento ante el fracaso del Estado de Derecho. Por eso "hay que romper el ciclo de la violencia", concluye el Alto Comisionado brasileño y pide con todo ahínco que "donde la represión armada le niegue a la gente sus derechos y dignidades, los responsables respondan ante el Estado de Derecho. Que donde el terrorismo provoque miseria, los responsables respondan ante el Estado de Derecho. Que las leyes fundamentales de derechos humanos y la dignidad humana se apliquen a cada Estado y cada grupo armado, cada individuo y cada colectivo, cada entidad pública y cada corporación privada".