Huelgas de transportes afectan Alemania y Francia
18 de octubre de 2007
Congestionamientos de kilómetros de largo en autopistas y calles. Estaciones de metro y de ferrocarril saturadas con molestos pasajeros esperando horas un medio de transporte, fueron las imágenes habituales este jueves como resultado de una huelga general convocada por el mayor sindicato de maquinistas en Alemania, GDL, que rechazó la oferta propuesta por la empresa estatal de ferrocarriles, Deutsche Bahn.
La región más afectada fue el este de Alemania en donde los maquinistas no cuentan con plazas fijas, a diferencia de sus colegas occidentales. Sin embargo, la huelga afectó un 80% de la transportación regional y de cercanías en todo el país. Comenzó a las 2 am hora local y terminó a las 11. El líder sindical Claus Weselsky amenazó con un paro ilimitado si la patronal no cede. El sindicato amenaza con paros los próximos 19, 22, 23, 24 de octubre, de no acercar posiciones la empresa Deutsche Bahn. La patronal señaló que la manera de negociar del sindicato demuestra que no quiere una solución, sino continuar la huelga.
Oferta insuficiente
El lunes pasado, la empresa ferroviaria presentó una oferta que comprende un contrato colectivo de trabajo propio, como exigían los maquinistas desde hace meses, un aumento salarial de hasta el 10% a partir del 2008 y un pago de 2.000 euros antes de Navidad como compensación por el trabajo realizado en el 2007, un paquete calificado por el sindicato como insuficiente.
En las estaciones ferroviarias en donde los pasajeros esperaban durante horas la llegada de un tren, los usuarios del transporte con contuvieron su rabia. “¡Es una idiotez lo que están haciendo aquí!” Gritó un hombre a los huelguistas en Fráncfort, quejándose de una espera desde las 3 de la mañana. Embotellamientos de 25 kilómetros de largo se produjeron en autopistas, congestionando el tráfico en numerosas ciudades, según la asociación automovilista, ADAC.
¡Alégrese de no estar hoy en Francia!
Sin embargo, como decía el diario Die Tageszeitung a sus lectores: “¿Le enojan los retrasos por las huelgas? ¡Alégrese de no estar hoy en Francia!” En el país galo los sindicatos de transportes hicieron un franco desafío a la reforma social del presidente Nicolás Sarkozy, más preocupado por su matrimonio, según la prensa francesa, que por la presión de la calle. Pese a que la mayoría de los franceses, según los medios, no respaldan la huelga, los ocho sindicatos ferroviarios comenzaron desde ayer la medida que este jueves paralizó por completo el tráfico ferroviario.
Es la última patada de ahogado de los sindicatos contra la reforma introducida por Sarkozy que eliminará el régimen de privilegios especiales y entrará en vigor el próximo 1° de enero. Privilegios en pensiones que disfrutaban ciertos sectores considerados “oficios penosos”, como los mineros, los maquinistas de las locomotoras de vapor, las bailarinas de la ópera, que cotizaban menos tiempo y disfrutaban de mayores pensiones.
La reforma consiste en igualar de aquí al 2012 a todos los trabajadores. La anuencia de todos los sindicatos era considerada casi una garantía de una paralización en Francia. También fueron cancelados los trenes de larga distancia nacional e internacional que unen a Francia con Italia, España, Suiza y Alemania.