Huelga de inmigrantes italianos: "24 horas sin nosotros"
2 de marzo de 2010“¿Qué sucedería si los cuatro millones y medio de inmigrantes que viven en Italia decidieran cruzarse de brazos por un día? ¿Y si usted apoyase su acción y hubiese también millones de italianos cansados del racismo?”. Con este llamado convocó en Internet el movimiento “Primo Marzo 2010” (primero de marzo de 2010).
Muchos de los manifestantes se ausentaron de sus puestos de trabajo y soltaron globos amarillos al cielo en la primera "huelga inmigrante" de Italia. Inmigrantes, segundas generaciones e italianos remarcaron la importancia de los nacidos en el extranjero y sus descendientes en la economía italiana.
Políticas de gobierno racistas
Los participantes en las protestas se mostraron enojados por las leyes discriminatorias adoptadas por el Gobierno de Berlusconi, entre las que destaca el establecimiento de un límite del 30 por ciento de niños nacidos fuera de Italia en las escuelas.
"Yo pago mis impuestos como todos ustedes, ¿por qué no puedo tener los mismos derechos y el respeto?", declaró una mujer a la televisión italiana. "Vine a manifestarme contra el racismo institucional que existe en Italia y la discriminación en contra de nosotros, los inmigrantes. Es tiempo de decir basta", dijo la peruana Edda Pando en Milán. "Este país debe entender que somos indispensables, que damos valor", destacó.
Inmigrantes… ¿criminales?
La inmigración es un tema extremadamente delicado en Italia, donde determinados sectores de la población y el poder político parecen temer que un aumento de los llegados desde África y Europa del Este eleve las tasas de criminalidad.
"Protestamos contra el intento de los políticos de estigmatizar y criminalizar a los inmigrantes", puede leerse en la convocatoria a la “huelga de inmigrantes”.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que enfrenta un escándalo de corrupción que involucra a sus aliados, ha intentado poner el foco en el tema inmigratorio para ganar votos de cara a las elecciones regionales de este mes. El cabeza de Gobierno italiano acusa a la izquierda de querer una "invasión de extranjeros" y ha señalado abiertamente que está en contra de la visión de una Italia multicultural.
“Somos todos negros”
En Roma, inmigrantes africanos de la sureña localidad de Rosarno, donde en enero se produjeron los peores enfrentamientos raciales del país desde la Segunda Guerra Mundial, lideraron una manifestación a lo largo de la ciudad.
Unas 1.000 personas se reunieron en la capital italiana con letreros de “No a la intolerancia” y “Somos todos negros”. En Nápoles unas 24.000 personas, procedentes de países como Ghana, Burkina Faso, Marruecos y Nigeria, marcharon pacíficamente para exigir sus derechos.
Otras 10.000 personas se lanzaron a la calle en Bologna. En Milán protestaron unas 2.000 personas y se dieron clases de árabe en la Piazza Duomo. Marchas similares se produjeron en Francia, España y Grecia, dijeron organizadores.
Frente al ayuntamiento parisino se reunieron cientos de manifestantes, incluidos gerentes, empleados y estudiantes de procedencia diversa, aseguraron reporteros de la agencia AFP. “Francia no sería nada sin nosotros”, dijo la joven marroquí de 24 años. Rym Cherifa.
La izquierda apoya, la mayoría de los italianos no
La manifestación había llamado a cesar el consumo y las actividades laborales con lema que recuerda la crítica coproducción norteamericano-mexicano-española "Un día sin mexicanos" (2004). Y contó con el apoyo de asociaciones italianas y formaciones políticas de izquierda como el opositor Partido Demócrata, Los Verdes, Refundación Comunista y los sindicatos mayoritarios (Cgil, Cisl, Uil y Cobas).
Sin embargo, esta postura aparentemente no fue compartida por la mayoría de los italianos. Una encuesta informal de la cadena de noticias Sky Tg24 mostró que el 54 por ciento de los consultados desaprobaba que los inmigrantes hicieran una huelga.
La Liga Norte, opuesta ferozmente a la inmigración y aliada del Gobierno de Berlusconi, dijo que respondería con una "contramarcha" para homenajear a los trabajadores italianos: "No podemos permitir que aquellos que han contribuido por generaciones con el crecimiento de este país y ahora tienen serios problemas de desempleos sean penalizados en nombre de una integración forzada", remarcó Davide Boni, un líder de la Liga Norte en Lombardía.
Autor: Rosa Muñoz Lima / Reuters/dpa/AFP
Editor: Claudia Herrera-Pahl