Hualgayoc: Una tragedia ambiental y humana
Alexander von Humboldt visitó este pueblo y criticó las pésimas condiciones laborales que tenían los mineros de aquel entonces, así como las consecuencias para el medio ambiente.
De camino a Hualgayoc
Hualgayoc es un pequeño pueblo muy pintoresco, con pequeñas casas de adobe construidas entre las faldas de las montañas que colindan unas con otras. Pero al mismo tiempo, estas montañas son las culpables de la trágica historia y también del presente de esta ciudad. Una tragedia ambiental y humana.
Atravesando la sierra peruana
Para llegar a Hualgayoc hay que atravesar diversos pueblos de la sierra peruana y alejarse del nivel del mar, para adentrase a la región minera de Perú. La minería representa casi el 60% de las exportaciones del país. Se exportan metales como cobre, oro y plata.
Cerros abundantes en minerales
La historia dice que Hualgayoc fue fundada en el siglo XVIII por la riqueza que albergan los cerros, uno de los cuales le dio el nombre a la ciudad: Hualgayoc. La ciudad, de unos 15.000 habitantes, fue visitada por Alexander von Humboldt en 1802. El explorador alemán criticó entonces las pésimas condiciones laborales que tenían los mineros, así como las consecuencias para el medio ambiente.
Rico en metales, pobre en servicios
Este pueblo vive de la minería. No puede con ella, pero mucho menos vivir sin ella. La mina necesita el agua para lavar los metale pero en el momento en que se registró el reportaje Hualgayoc no tenía agua potable. Hay oro en sus montañas y suelos, pero ninguno de los habitantes posee algún objeto de este preciado metal.
Recordando el pasado
La plaza principal, así como sus pequeños monumentos recuerdan y simbolizan la razón por la que se creó este pueblo: la minería. En la entrada del pueblo se alza un gran arco azul decorado con un minero a cada lado y unas letras doradas que dicen: ‘Homenaje a la Fundación de Hualgayoc, 31 de agosto de 1771’.
Trabajadores con miedo
En numerosas historias conversadas con sus habitantes en la pequeña plaza principal se repiten los mismos hechos: tragedias. Asimismo, muchos trabajadores tienen miedo de hablar ypasan por la plaza evitando que se crucen las miradas para entrar directamente en sus casas.