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Cine

"Heroínas" homenajea una independentista indígena del Perú 

Eva Usi
17 de febrero de 2022

La ópera prima de la cineasta Marina Herrera debutó en la Berlinale 2022: un corto de ficción sobre el culto a una valerosa líder indígena, que se rebeló junto con Tupac Amaru contra el régimen colonial, en 1780. 

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Berlinale 2022 - Heroines von Marina Herrera
Imagen: Marina Herrera

"¿Qué están haciendo mamá? Estaban afuera filmándome", pregunta, en quechua, una joven a su madre, a la que le ha llevado una cabra de regalo. "Están filmando el cráneo de Tomasa, el cráneo que tenemos aquí en la casa, a eso han venido. Quién sabe quién les dijo que está aquí", responde la madre, también en quechua. La película escenifica el culto al cráneo de Tomasa Ttito Condemayta, una noble indígena, que reunió a más de mil mujeres hace casi 250 años, para luchar contra el Gobierno colonial español.  

Mujeres de todas las edades aguardan su turno para entrar al lugar donde reposa el cráneo de Tomasa, le llevan flores, pero también machetes y cuchillos, "objetos que a ella le gustan, porque los necesitaba en vida", dicen. Una de ellas sostiene ante la cámara que bailar para ella le da fuerza en otros ámbitos de su vida. Otra revela que lo que le pide es que la ayude a convertirse en profesional.  

El falso documental, de 21 minutos de duración, hace una reflexión, con imágenes contemplativas y sentido del humor, sobre el ficticio culto a los restos de la poco investigada figura de Tomasa Ttito Condemayta, cuya rebelión contra la jerarquía española, al lado de Tupac Amaru, fue precursora del movimiento independentista en Perú.

Marina Herrera (Barcelona 1991), hija de madre española y padre peruano, creció en Cuzco, Perú. A los 17 años se mudó a Lima para trabajar en comunicación audiovisual. En 2013 volvió a Barcelona para realizar un máster en documental creativo en la Universidad Autónoma de la ciudad y, tres años más tarde, volvió a Perú. Actualmente, trabaja como asistente de dirección.  

¿Por qué le interesó escenificar el culto a esta heroína indígena? 

Inventamos el culto para tener un punto utópico. Que se le tratara como a una santa o virgen, pagana al mismo tiempo, porque es un cráneo a lo que se le rinde culto. Este tipo de rituales son muy comunes en toda esta región de los Andes. Inventamos el culto a esta mujer porque nos hacía mucho sentido esta figura icónica con mucha gente adorándola y llevándole velas.  

El culto fue ficción. Pero lo que hay cierto en el documental es la historia de Tomasa, que no está contada de una manera muy clásica, pero va dando datos que dan una idea sobre este personaje. Tampoco era la intención ser muy didácticos en cuanto a quien es Tomasa, qué hizo y cómo lo hizo. 

Berlinale 2022, continúa hasta el 20 de febrero, ahora abierto a la gran audiencia.
Berlinale 2022, continúa hasta el 20 de febrero, ahora abierto a la gran audiencia. Imagen: Jasmin Rietdorf/DW

Memoria colectiva de las mujeres locales

¿Cuál era el objetivo? 

Trabajar con la memoria colectiva de las mujeres de la zona, en relación con esta figura, más que sobre lo que dice la historia oficial sobre ella o lo que no dice. La propusimos como heroína en un proyecto sobre el Bicentenario de la Independencia. Nos enteramos del Premio Bicentenario, una compañera peruana con la que escribí la primera versión del guión, Joselyn Urco, y yo. Queríamos a una figura femenina que no tuviera relación con un hombre célebre, que son las que más hay en la historia, como Micaela Bastida Puyucahua, que estuvo casada con Tupac Amaru. Es más difícil encontrar una figura célebre femenina asilada de una masculina.   

¿Sigue presente en la memoria colectiva esta mujer, que fue martirizada y ejecutada de manera brutal? 

En aquella época no podían juzgar a una mujer, porque consideraban que las mujeres actuaban en obediencia a los varones. Micaela Bastida Puyucahua y Tomasa Ttito Condemayta no encajaban en ese perfil, porque todos los testigos que tienen en ese momento, hablaban de su crueldad como líderes de tropas, cómo dirigían y eran estrategas y negociaban con Tupac Amaru, por ejemplo, la salida de sus Ejércitos a combate.

Las masculinizaron para poder ejecutarlas, les cortaron el pelo y las vistieron como hombres y luego las descuartizaron. Tupac Amaru y Tomasa eran caciques de distintas regiones vecinas, y sus restos fueron repartidos en los territorios en donde eran caciques.  

¿Todo esto sucede en Cuzco? 

A unas tres horas de la ciudad de Cuzco, en los límites con Apurímac. En el Puente de Pillpinto, donde tiene lugar una de las batallas más célebres; ahí está el río Apurímac, que divide a una región de la otra. Cuando los descuartizan, mandan las cabezas de Tupac Amaru y la de Tomasa a los pueblos principales en donde ellos eran caciques. Así es como la cabeza de Tomasa acaba en una picota en la plaza de Acos.

El cráneo de Tupac Amaru acabó luego guardado en la iglesia del pueblo, el de él y el de Micaela. Pero sobre el paradero del cráneo de Tomasa no se sabe nada. Por este hueco en la historia, nosotros aprovechamos para introducir esta ficción y rescatar imaginariamente su cráneo, y lo llevamos a este lugar de culto pagano con un montón de mujeres. 

Un ícono, un referente

Esta figura es referente para estas mujeres, que dicen que les da fuerza, ¿Es real la necesidad de estos referentes? 

Esos últimos momentos del cortometraje cuando una de ellas dice que quiere ser profesional, y luego la siguiente chica dice que ella pide fuerza para enfrentar sus problemas, y una antes dice que cuando viene a bailarle a Tomasa le da fuerza... Ellas tres redactaron sus propios discursos. Yo les pregunté ¿que le pedirías a Tomasa? Y ellas redactaron sus propios textos, que eran mucho más bonitos que los que yo tenía preparados.

Quería trabajar con la memoria colectiva en estos pueblos, y sus declaraciones responden a los muchos sufrimientos y aspiraciones de todo tipo, empezando por las necesidades básicas, hasta educación, porque una de ellas quiere ser profesional, quiere estudiar psicología, otra quiere ser chef, y una de ellas quiere ser militar.

La cineasta peruana Marina Herrera, que estrenó su ópera prima "Heroínas" en la Berlinale 2022.
La cineasta peruana Marina Herrera, que estrenó su ópera prima "Heroínas" en la Berlinale 2022. Imagen: Eva Usi/DW

¿Qué esperanza les transmite una figura como Tomasa? 

Trabajar recordando los íconos es como descubrir ese puntito de esperanza que le queda a todo el mundo. Ellas piensan: si aquí nació una mujer tan fuerte y valiente, entonces yo también puedo serlo. Es lo que pasa en el campo, barrio obrero o marginal. La gente necesita de estas figuras que les alegran el día a día. Ellas tenían muy presente la figura de Tomasa, saben quien fue ella y se sienten muy orgullosas de ella. Está muy viva la memoria en ellas y en esta región donde fue filmado el cortometraje.  

¿Qué lugar tendrá la película en Perú? 

Los derechos de la película en Perú los tiene el Ministerio de Cultura, porque la financiaron y, como era en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia (2021), ellos están haciendo sus propias presentaciones, y lo harán durante los próximos 5 años. Tomasa, Micaela y Tupac Amaru fueron los precursores de la independencia, los que empezaron estas rebeliones contra la Corona española.  

Burla a "cómo nos miran desde Europa, o desde EE. UU."

¿Qué desafíos supuso la pandemia? 

Fue muy complicado, no sólo el rodaje, sino la preproducción. Ganamos el premio en el 2019 para poder hacerla, íbamos a grabar en abril de 2020. Hicimos una primera búsqueda de locaciones en febrero de 2020, teníamos previsto inicialmente otro pueblo muy diferente. Luego llegó la pandemia y nos aislamos.

Cuando pudimos volver a salir, ya había mucha presión del ministerio, porque había que entregar en diciembre de 2020. Yo solicité una prórroga porque no podía grabar en esas condiciones. Ahí hice un cambio de guión, adaptando la historia a la actualidad bajo pandemia, como el que las actrices lleven mascarillas, con más control, y dejar la fiesta para el último día de grabación.  

¿Cómo organizaron esa fiesta?  

La fiesta la organizaron ellas, aunque estaba en el guión y todo en él era etnográficamente correcto, era también una manera de burlarme de cómo nos miran desde Europa, o desde Estados Unidos. Yo trabajo como asistente de producción para proyectos internacionales y vienen para filmar equipos de grabación a los pueblitos; filman y se van. No se enteran de nada de lo que sucede. La gente en esos pueblos utiliza el quechua para burlarse de ellos. Todos los que entendemos nos reímos mucho. No se burlan de mala manera, sino cosas inocentes como: "el gordito aquel está cansado, y aquí es muy alto, no puede correr".  

Eso se ve en las bromas en quechua sobre la cámara que los está grabando... 

Por eso muchos diálogos son en quechua, para marcar la diferencia entre cuando ellos se dirigen a la cámara y hablan en castellano, y cuando hablan entre ellos, en quechua. Por eso, madre e hija, al principio de la cinta, hablan de la cabra, hablan de nosotros, de la cámara, y lo hacen en quechua, es algo más íntimo entre ellas.  

¿Qué planes tiene después de este cortometraje? 

El próximo año, en febrero de 2023 vamos a empezar el rodaje de mi primer largometraje, tenemos un pequeño fondo del Estado peruano y buscamos coproducciones y laboratorios para fortalecer más el guión, para comenzar un buen rodaje que tenemos previsto hacer en Perú. (rml)