“Hay situaciones en que las mujeres deben poder decidir”
4 de agosto de 2015DW: ¿Cuál es la situación internacional en cuanto a las legislaciones sobre interrupción de embarazos?
Dr. Eckart: Las normas más restrictivas las encontramos en El Vaticano y algunos países mayoritariamente católicos. Pero, en términos globales, se ha impuesto en las últimas décadas una legislación más liberal con respecto al aborto. Las razones son múltiples, pero tienen que ver sobre todo con el derecho a la autodeterminación de la mujer y también con su derecho a la salud psíquica. Tales derechos están bastante limitados en una legislación muy restrictiva con respecto a la interrupción del embarazo. Aunque no se aspire a la opción más liberal, como la de permitir abortos dentro de un plazo establecido, hay determinadas situaciones en que las mujeres deben tener el derecho a decidir por sí mismas si continuar o interrumpir el embarazo. Este es el caso cuando han sido víctimas de violencia, en una violación; cuando la vida de la madre corre peligro; y cuando el niño ha muerto en el curso del embarazo o nacería irremediablemente sin posibilidades de vivir.
¿Cuál es la situación en Alemania?
El caso ideal, que se ha alcanzado en muchos países, incluyendo Alemania, es el establecimiento de un plazo para interrumpir el embarazo, dentro del cual la mujer tiene la obligación de recibir asesoría. En Alemania ese plazo es de 12 semanas. Las instituciones que ofrecen esa asesoría, entre ellas varias eclesiásticas, tienen así una gran oportunidad de actuar. Tras el citado plazo, existe aún la posibilidad de poner fin al embarazo en casos de grave detrimento de salud o social de la mujer.
¿Cómo se garantiza el cuidado del derecho del niño a la vida?
Mediante la obligación de la mujer de someterse a consulta antes de interrumpir el embarazo. Qué efecto surtirá esa consulta obligatoria no se puede prever. De facto, hay que decir que este ámbito de la vida antes de nacer no está tan protegido como en otras legislaciones; aquí predomina, en esa primera etapa, el derecho de la madre a la autodeterminación. Es un asunto problemática y se regula de forma diferente de país en país, porque también debe estar en consonancia con la Constitución. En Alemania, esta normativa fue posible porque hubo que conjugar dos sistemas, el de la ex RDA y el de la República Federal, de lo cual resultó esta legislación más liberal en materia de aborto. Fue un caso excepcional de la historia alemana.
¿Aumentaron los abortos cuando entró en vigor esa ley?
No tengo los números exactos, pero mi impresión es que los temores de los adversarios, en cuanto a que los abortos iban a aumentar explosivamente, no se hicieron realidad.
¿Cuál sería a su juicio la política más eficaz para evitar interrupciones de embarazos?
Pese todo el liberalismo, el objetivo principal de toda medicina y de toda ética, de todo Estado libertario, debe ser naturalmente, en primera línea, preservar la vida. Eso implica crear condiciones tales que –aún en situaciones difíciles- las mujeres puedan llevar adelante su embarazo con menos preocupaciones agobiantes. Pero, para eso, el Estado debe ofrecer considerables prestaciones sociales. Debe garantizar que también en situaciones difíciles post-parto podrá asumir en parte el cuidado del niño, en el plano de la salud. Debería también velar porque, inmediatamente después del nacimiento, se pudiera dar niños en adopción. Todas esas son medidas que un Estado moderno podría regular con sus leyes sociales, si tiene la voluntad de hacerlo.