Hamburgo, escenario de una batalla campal (07.2017)
La violencia se ha apoderado de distintos barrios de la ciudad alemana de Hamburgo, donde las protestas contra el G20 se han convertido, por momentos, en verdaderos actos de vandalismo.
Policías por montones
Casi 20 mil agentes de la Policía se desplegaron en Hamburgo durante la realización de la cumbre del G20. Como vemos, algunos de ellos estaban fuertemente armados. Sus tareas no se remitieron a resguardar la seguridad de los importantes invitados, sino también a enfrentar las manifestaciones y controlar los desmanes que se desataron en el curso de las últimas jornadas.
Batallas campales
Aunque no todas las protestas fueron violentas, sí hubo varias que se vieron superadas por los excesos de grupos violentistas y transformaron la ciudad en campo de combate. Las autoridades esperaban estos escenarios, aunque este sábado 8 de julio la policía reconoció "niveles nunca antes vistos" de violencia. Al menos 213 agentes resultaron heridos, algunos de ellos con lesiones graves.
Barricadas y gases
Los enfrentamientos entre grupos antiglobalización y las fuerzas de seguridad se sucedieron en distintos sectores de la ciudad, y prácticamente a toda hora. Los choques más duros fueron protagonizados por el llamado "bloque negro", un grupo antisistema cuyos miembros van encapuchados. La Policía les exigía dejar al descubierto su identidad, lo que daba pie a disputas.
Una ciudad que sufre
Nadie sabe qué culpa purgó este paradero de buses, pero fue víctima de la violencia de los enfrentamientos, así como numerosas vitrinas, cajeros automáticos, máquinas expendedoras de boletos de transporte, señalización y toda clase de mobiliario urbano que ahora debe ser repuesto. Los más perjudicados con estos destrozos son los vecinos de Hamburgo.
Violencia nocturna
Bicicletas que tenían la mala fortuna de estar estacionadas en la calle, señales de tránsito y prácticamente cualquier cosa que estuviera al alcance de la mano servía para montar barricadas que dificultaran la acción de la policía. Las autoridades reportaron decenas de vehículos quemados y 63 detenciones solamente en la madrugada del sábado.
Fuego en Hamburgo
Las barricadas terminaron convertidas en enormes llamaradas, mientras grupos violentistas lanzaban piedras, trozos de madera, petardos y otros fuegos de artificio a las fuerzas de seguridad. En el barrio de Schanzenviertel se vivieron escenas de violencia inusitada. Entre los lesionados hay un policía al que le reventó un petardo en la cara y que podría perder la visión de un ojo.
Destrucción y saqueos
En la calle Schulterblatt, conocida por sus cafés, restaurantes y tiendas de ropa, un supermercado Rewe fue saqueado y destruido por decenas de exaltados. La policía se vio obligada a desplegar grupos antidisturbios para controlar una situación que estaba escapando de sus manos. Helicópteros apoyaron desde el aire. Pocas veces Hamburgo había visto escenas de este tipo.
¿Qué tiene que ver esto con el G20?
No solo el supermercado Rewe sufrió la ira de los encapuchados. La droguería Budnikowsky fue destruida y arrasada por grupos que también golpearon a vecinos y a personal médico de las ambulancias que llegaban al lugar. El periódico Die Welt habló de una "absurda mezcla entre guerra civil y happening" y de agentes diciendo que esto "es una guerra".
Malestar policial
El jefe en Hamburgo del sindicato policial, Jan Reinicke, criticó lo sucedido: "La situación ha exigido a la policía hasta el extremo", dijo el dirigente, según recoge el semanario Der Spiegel. "La política es la única responsable de la enorme cantidad de agentes heridos y de la destrucción de la ciudad", agregó. Para él está claro que "Hamburgo nunca debió ser sede de la cumbre del G20".
A limpiar este caos
Las primeras luces del día dejaron en evidencia la magnitud de los destrozos. La situación es tan grave que llegó al campo político, donde la Unión Cristiano Demócrata (CDU) acusó al alcalde de Hamburgo, el socialdemócrata Olaf Scholz, de haber subestimado la capacidad de acción de los violentistas. La Policía, en tanto, realiza una búsqueda casa por casa de miembros de grupos ultraizquierdistas.