''Hablo de amor'' con el Muro
19 de julio de 2009Después de la caída del Muro de Berlín, que dividió Alemania hasta 1989, un trozo de él se convirtió en arte. El 28 de septiembre de 1990 se inauguró el East Side Gallery, una galería al aire libre en el tramo de muro comprendido entre el puente Oberbaum y la estación central de Berlín del Este, a orillas del río Spree. En esa época, artistas de diversos países dejaron sus impresiones de aquel momento histórico irrepetible. Ignasi Blanch fue uno de ellos. Ahora se apronta a regresar a Berlín para repintar y dejar como nuevo su mural de 5 metros de largo llamado “Parlo d’Amor” (Hablo de amor) maltratado por el tiempo y la contaminación. DW-WORLD conversó con el artista español.
DW-WORLD: ¿Por qué crees que hubo tan pocos artistas hispanoparlantes que participaron en la East Side Gallery?
Ignasi Blanch: Al principio la idea era tomar a un representante de cada país y al inicio el proyecto era algo puramente temporal, como una instalación artística, o una más de las tantas movidas artísticas de la época. Sería para recordar el muro por un período de tiempo, pero no iba a durar 20 años, ni mucho menos. Pienso que muchos de los que vivíamos entonces en Berlín no teníamos la previsión de que el East Side Gallery se volvería importante y se quedaría para siempre. Ese fue el motivo por el que no se presentó mucha gente. En el concurso se presentaron eso sí, muchos dibujos preparatorios y yo no pensaba que pudiera resultar escogido. Incluso me fui de vacaciones a España y me llamaron para decirme que tenía que volver con urgencia porque había sido seleccionado para pintar en el Muro.
¿Y qué te parece el proyecto en sí?
Estoy contento y muy ilusionado. Yo resido en Barcelona pero siempre viajo a Berlín. Esto me provoca siempre ganas de volver a Alemania y, además, para mí es como un punto de referencia. He conocido muchísima gente interesante y que después de 20 años me llamen para repintar mi mural lo vivo con muchas ganas y entusiasmo. A finales de Julio viajaré a Berlín y estaré pintando mi mural durante una semana o 10 días.Tengo que hacerlo idéntico. En octubre tienen que estar todos los murales listos porque en noviembre se festeja el vigésimo aniversario de la caída del Muro.
¿Podrías explicarnos el tema de tu mural?
Yo soy dibujante y estaba formándome en Alemania. La idea se remite a una imagen que estaba haciendo en unos talleres de grabado en Berlín occidental. Hay 3 cabezas o 3 caras que de algún modo son 3 momentos distintos de mi vida. Representan a alguien que llega a Berlín, a alguien que se ubica y que al final toma decisiones, que es la tercera cara con los ojos abiertos y que está a la expectativa. Además está la frase Parlo de amor, que era el nombre del proyecto que estaba realizando en ese momento en la ciudad. Me gustó la idea de poner la misma frase del proyecto en el cual yo estaba metido y así lo dejé.
¿Pintar el muro de Berlín fue un hito importante en tu vida de artista ?
Yo soy ilustrador para libros de niños en España. Me gusta y me siento de algún modo respetado en mi trabajo artístico. Lo del muro me ha servido para que me conozca otro sector de gente y, sobre todo a nivel promocional, ser el único de España que ha pintado el muro me ha servido muchísimo. Hay gente que me llama por ese motivo. Incluso en el décimo aniversario del muro de Berlín en España el Consulado alemán y el Ayuntamiento hicieron un homenaje consistente en una reproducción a tamaño natural de mi pintura en la plaza de Roquetes, la ciudad donde nací, que está en la provincia de Tarragona. Es impresionante porque te das cuenta que es igual que el muro de Berlín, pero en medio de un pueblo de Cataluña.
¿Estabas en Berlin cuando cayó el muro? ¿Cómo fue aquella experiencia?
Llegué una año antes de la caída del muro y viví en Berlín en un momento que era muy interesante e importante por el cambio que se avecinaba a nivel político. Era un momento de ampliación de estudios que tuvo la suerte de coincidir con la caída del muro. Para nosotros que éramos de España fue una locura porque el día que cayó el muro estábamos en casa y no esperábamos para nada que eso fuera a suceder. Era impensable que ese muro pudiera caer, unir gentes y cambiar la ciudad, Europa y el mundo. Ese día que cayó el muro fue muy impresionante y loco. Salimos a la calle y nos hicimos fotos con los alemanes orientales que por fin podían reencontrarse con su familia. Fue algo muy emocionante, de llorar y reír al mismo tiempo.
¿Ahora que han pasado 20 años como ves la caída del muro?
Creo que fue para bien, sin duda. Sin embargo hay algo a nivel de ideales que se perdió. No me parece todo tan positivo a pesar de que la situación anterior tampoco era la mejor. Mis amigos de Alemania del Este se sentían controlados y había represión. Por otra parte había un mundo cultural interesante en cuanto a música, danza y otro tipo de valores menos comerciales que con la llegada del capitalismo se perdieron. Yo tengo muchos buenos recuerdos del Berlín de ese momento, que forman parte de mi vida para siempre. Siempre vuelvo a Berlín y siempre me acuerdo de esa época donde había alternativas en cuanto a proyectos artísticos y movidas paralelas. Ese tipo de cosas forman parte de la juventud de uno y marcaron mi visión del mundo. Tenía 24 año en Berlín y me quedé hasta los 29. Ahora tengo 45.
¿Cómo ha evolucionado tu trabajo de aquellos tiempo hasta ahora?
Creo que con la edad pierdes espontaneidad pero ganas en libertad de hablar de lo que quieras, de ser valiente. Esto se nota en el trazo. La pintura del muro de Berlín era muy fresca, era algo muy fuerte. Era un chico que estaba buscando su identidad y su proyecto de vida. Ahora soy un hombre adulto que ha encontrado esas cosas y que trata de recuperar lo que tenía el chico de Berlín de 24 años. Trato de mantener la fuerza que tenía en ese entonces, la capacidad de ser rápido, de descubrir cosas y de no caer en convencionalismos.
Autora: Pamela Schulz
Editora: Emilia Rojas