"Ha muerto uno de los mayores criminales de la historia"
17 de mayo de 2013"Videla forma parte de esa estirpe que ha revelado la mediocridad del Mal y ha demostrado que el demonio puede encarnarse en un hombre cualquiera”, escribió hace doce años el autor argentino Tomás Eloy Martínez sobre el represor Jorge Rafael Videla. El exdictador, gestor de una sangrienta dictadura que dejó 30.000 desaparecidos, según estimaciones de los organismos de derechos humanos, murió este viernes, a los 88 años, en el penal de la localidad bonaerense de Marcos Paz, donde cumplía cadena perpetua por los delitos de lesa humanidad perpetrados durante el trágico régimen de facto que lideró entre 1976 y 1983. Otros delitos imputados a los responsables de la represión ilegal son el secuestro, la tortura y el robo de bebés, que eran arrancados a las víctimas.
La noticia causó conmoción en Argentina, donde activistas de derechos humanos, artistas e intelectuales se expresaron al respecto en las redes sociales y en los medios. Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, dijo que “un ser despreciable ha dejado este mundo”. “La muerte de Videla no debe alegrar a nadie”, dijo, por su parte, el Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, ya que “se debe seguir trabajando por una sociedad mejor, más justa y más humana para todos, y que todo ese horror no vuelva ocurrir nunca más", declaró Pérez Esquivel a la radio Once Diez de Buenos Aires.
Videla no recibirá honores militares por una resolución del Gobierno argentino de 2009, que prohíbe honras en los funerales de miembros de las Fuerzas Armadas que hayan estado involucrados en violaciones a los derechos humanos.
“Videla, al contrario de Pinochet, fue condenado”
El jurista Wolfgang Kaleck, secretario general y cofundador del Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Derechos Humanos, dijo en entrevista con Deutsche Welle que “no nos alegra su muerte, sino el hecho de que Videla, al contrario que Augusto Pinochet, fue condenado por sus crímenes”. De hecho el ex represor fue condenado dos veces en Argentina, una, en 1985, durante el histórico Juicio a la Junta Militar, y la segunda vez, en 2012, cuando recibió la condena a cadena perpetua por múltiples delitos de lesa humanidad.
Kaleck señala que todavía se esperaba que Jorge Rafael Videla declarara en varios juicios más. Uno de ellos era el de Operación Cóndor, al que se presentó el martes 7 de mayo, negándose a declarar, y el otro el del Primer Cuerpo del Ejército, donde se incluyó el caso de Elisabeth Käsemann, socióloga de origen alemán que fue secuestrada, tomada prisionera en el centro clandestino de detención El Vesubio, y asesinada por la Junta Militar el 24 de mayo de 1977, a la edad de 30 años.
“Vamos a seguir con la lucha por los derechos humanos en Argentina”
“Claro que nos hubiera gustado que se llevaran a cabo más juicios contra Videla”, señala Kaleck, pero pienso que este es un buen momento para decir que el derecho penal juzga a las personas, pero también se debe recordar que la dictadura fue un aparato de terror, un sistema, y no dependía solo de una persona”. Tanto los abogados que trabajan por los derechos humanos como los familiares de las víctimas de la dictadura en Argentina, y también en Alemania han seguido con esa lucha durante los últimos 15 años, subraya Wolfgang Kaleck, “y vamos a continuar con esa tarea, vamos a seguir trabajando para esclarecer los crímenes de la dictadura militar en Argentina”, asegura.
Wolfgang Kaleck explica que aún hay varios juicios pendientes, y entre ellos está el proceso contra los gerentes de varias empresas, entre ellas, la alemana Mercedes Benz, Ford, la azucarera Ledesma, y recuerda que también la sociedad civil debe seguir luchando para esclarecerlos. “En Europa también se debe seguir haciendo todo lo posible para evitar que surjan dictaduras”, añade el abogado. En cuanto al régimen presidido por Videla, el experto en derechos humanos dice que “con 30.000 desaparecidos y decenas de miles de torturados, la dictadura argentina fue una de las más brutales de toda América Latina”. Kaleck agrega que, con la complicidad de empresarios argentinos y europeos, y también con el apoyo de EE. UU. y sus aliados, entre ellos, los alemanes, se había logrado que en Europa no se hablara tanto de la dictadura argentina, sino más de la chilena. Pero en los últimos años eso cambió debido a los juicios a los responsables que se realizaron en Argentina.
La importancia de la condena a Videla
“Para mucha gente, fue importante ver a Videla condenado y encarcelado”, dice Kaleck, “pero ese aspecto, que representa que se hizo justicia, es, si se quiere, superficial; como solución a los horrores de la dictadura es demasiado fácil. Muy importantes son también los juicios, los hechos y datos que se recogen en los procesos, y las sentencias escritas, tanto para los familiares de las víctimas, para toda la sociedad, para los historiadores, sociólogos, artistas. La lucha relevante es la que se hace para que la Justicia cumpla con su tarea”, explica.
En cuanto a, si al morir, Videla podría llevarse a la tumba informaciones sobre los crímenes de la dictadura, el abogado opina que en Argentina aún hay archivos que se deben abrir e investigar, pero que eso no tiene que ver con la muerte de ninguno de los represores. Según Wolfgang Kaleck, “ha muerto uno de los mayores criminales, no solo de Argentina, sino de la historia del mundo”, que estuvo involucrado en los peores delitos de lesa humanidad. No se debe celebrar la muerte, pero entiendo a la gente que aprovecha para expresar sus sentimientos”.
Sin embargo, el jurista señaló que muchos de sus colegas argentinos han lamentado que Videla no haya declarado en el juicio sobre el Plan Cóndor antes de morir. “Otro aspecto que me parece bien es que Videla tuvo que gastar mucho dinero en su defensa ante los tribunales. Eso también es justicia”.
Autora: Cristina Papaleo
Editora. Claudia Herrera Pahl