Guerra entre palestinos
13 de junio de 2007Frankfurter Allgemeinte Zeitung, de Fráncfort del Meno: "Se necesitan esfuerzos de mediación rápidos y decisivos. Los egipcios lo intentan. Pero, en realidad, lo procedente sería una amplia iniciativa para el Medio Oriente. Sin embargo, Israel está demasiado ocupado consigo mismo y su gobierno es débil. La superpotencia estadounidense tiene que vérselas con una crisis sin resolver en Afganistán y con otra que escala en Irak. Europa se esfuerza en el plano diplomático, pero ni siquiera ha conseguido aliviar un poco las agobiantes condiciones de vida de los palestinos."
Escalada irrefrenable
La Repubblica, de Roma: "Es un hecho que la guerra entre Hamás y Fatah, entre las milicias islámicas y las fuerzas de seguridad laicistas (porque, más allá de las motivaciones políticas, el actual conflicto también tiene este aspecto religioso) ha adquirido en las últimas 48 o 72 horas dimensiones tales que nadie parece ya en condiciones de detenerlo. La situación ha empeorado tanto que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, incluso ha dejado de lado la tradicional resistencia de Israel a la intervención de la comunidad internacional. Sin embargo, hay que recordar que la guerra civil en la Franja de Gaza ha tenido un largo período de incubación. No obstante, desde el triunfo de Hamás en las elecciones parlamentarias de 2005 la Autoridad Nacional Palestina -que goza de cada vez menos credibilidad y se ha visto además crecientemente debilitada por las sanciones económicas de Occidente-, se ve enfrentada con un movimiento islámico que ha sido legitimado por el voto del electorado y, además, es respaldado económica y políticamente por países como Irán y Siria".
Responsabilidad occidental
Tagesanzeiger, de Zúrich: "Un motivo fundamental de la creciente lucha de poder radica en que Occidente no aceptó los resultados electorales en los territorios palestinos y, con su boicot, puso en marcha una desastrosa dinámica en la esfera económica y política. Los países árabes no quieren asumir la responsabilidad de aquello. No obstante, se les puede reprochar, especialmente a Egipto y Arabia Saudita, el hecho de que tras el acuerdo de Meca y la configuración de un gobierno de unidad de Fatah y Hamás no hayan hecho los suficiente para forzar un verdadero entendimiento."
Escaso margen
Presse, de Viena: "Cabría pedir de las cúpulas de Hamás y Fatah que actuaran decididamente contra los violentos que siembran el caos, pero a todas luces no pueden o algunos no quieren hacerlo. También Israel podría contribuir a la distensión, flexibilizando el bloqueo y la congelación de fondos. Sin embargo, quien espere avances en negociaciones de paz, alimenta fantasías. Israel tienen el primer ministro más débil desde 1948 y Palestina un jefe de gobierno de Hamás que preferiría morderse la lengua antes que reconocer expresamente el derecho de Israel a la existencia. Allí hay muy poco margen de movimiento."