Ucrania: el "crepúsculo de los dioses" en el Ejército ruso
16 de enero de 2023Durante tres meses, el comandante Serguei Surovikin fue el jefe de la "operación militar especial", como llama Putin a la guerra de agresión contra Ucrania. El jueves pasado (12.1.2023), Surovikin fue reemplazado por el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu. Para Surovikin, eso representa que se lo ha degradado al cargo de subcomandante. El jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, asumirá ahora el liderazgo militar de Rusia en Ucrania.
Esta reestructuración llega en un momento en el que Rusia hace pequeños avances militares por primera vez en meses. Los expertos militares no se ponen de acuerdo sobre las razones de este cambio de mando. Además, se dice que Surokivin es popular entre las tropas y que mantiene buenos contactos con los partidarios de la línea dura del Ejército ruso.
Los logros de Surovikin
Bajo Surovikin, el Ejército ruso se retiró de la ciudad ucraniana de Jersón. Tras la anexión de toda la región, la posterior retirada de la única capital regional ocupada por Rusia, se considera una vergüenza política para el Kremlin.
Según los expertos, a nivel militar, esa fue la decisión correcta, ya que los rusos no podían seguir manteniendo sus posiciones en el lado oeste del río Dniéper. La retirada en sí fue un éxito, dijo a DW el experto en seguridad András Rácz, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores: "Bajo su mando, Surovikin logró organizar una retirada relativamente ordenada de la orilla occidental del Dniéper, y estabilizó el frente a lo largo de la región de Járkov , en la parte norte de Lugansk. [...] Entonces, desde la perspectiva operativa de los rusos, hizo un buen trabajo".
Decisiones fatales de Guerasimov
En cambio, Valeri Guerasimov, según algunos observadores, demostró su incompetencia en los primeros días de la guerra. Junto con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, Guerasimov tomó una serie de decisiones fatales al planificar la invasión, sobre todo en el norte de Ucrania.
La experta militar Sara Massicot escribió en Twitter: "Bajo el mando de Shoigu y Guerasimov, se destruyó a gran parte de las fuerzas terrestres rusas y de las unidades aéreas. No solo el personal, sino también el equipamiento armamentístico. Miles (de armas) fueron destruidas. El liderazgo militar actuó con tanta negligencia que, en cualquier otro sistema, habría sido despedido hace mucho tiempo".
Putin se asegura su poder
Según dijo a DW el politólogo Andrei Kolesnikov, del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, existen diferentes fuerzas en el aparato de seguridad ruso compitiendo por el poder. Por un lado, las más moderadas, con Shoigu y Guerasimov. Serguei Surovikin, en cambio, es popular entre los partidarios de la línea dura, como Ramzan Kadirov, jefe de la República de Chechenia, y Yevgueni Viktorovich Prigozhin, jefe de los mercenarios del Grupo Wagner.
Kolesnikov valora el hecho de que la decisión de expulsar a la línea dura del Ministerio de Defensa la haya tomado, en el Kremlin, nada más y nada menos que Vladimir Putin: "Vemos cómo Putin equilibra así el poder político entre las diferentes fuerzas. Las enfrenta, las vigila, asegurándose de que ninguna se vuelva demasiado fuerte".
De operaciones especiales a la guerra
Pero para Dmitri Oreshkin, politólogo y profesor de la Universidad Libre de Riga, el nombramiento de Guerasimov como comandante en jefe de la guerra en Ucrania es otro nivel de escalada. "Putin reconoce que esta ya no es una operación especial dirigida por simples comandantes, sino una guerra real en la que está involucrada toda Rusia".
András Rácz, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, cree que poco cambiará para el Ejército ruso a nivel operativo en el futuro: "Es bastante improbable que Guerasimov asuma el liderazgo operativo, porque la última vez que lo hizo fue hace diez años". Es más probable que asuma la coordinación de las distintas unidades como comandante en jefe, y que Surovikin permanecezca a cargo sobre el terreno, augura.
(rmr/cp)