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Entrevista a Alejandra Gutiérrez, editora de Plaza Pública.

María Luz Moraleda7 de mayo de 2015

La clave de nuestro éxito es que informamos y ponemos luz a temas que en Guatemala eran tabú en los medios generales, cuenta a DW Alejandra Gutiérrez, editora de Plaza Pública.

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Alejandra Gutiérrez
Imagen: DW/Maria Luz Moraleda

Deutsche Welle: Plaza Pública es el medio digital más innovador de Guatemala y todo Centroamérica, ¿qué lo diferencia del resto de medios?

En informar y poner luz donde ha habido siempre sombra. En romper el tabú de temas que no se hablaban, como la justicia transicional y la memoria histórica. En Guatemala la propiedad de los medios es un familiopolio. La misma familia son parientes en prensa escrita, la televisión abierta es de una sola persona y la radio sólo es de una serie de familias. Es decir, se da información de personas con relación directa con poderse económicos o políticos.

Guatemala está viviendo momentos álgidos. Hay marchas en las calles que piden la dimisión de la vicepresidenta y el presidente. ¿Cómo se está cubriendo esto en los medios?

Es interesante que toda la prensa ha salido a contar de repente temas de corrupción que parece que los medios ya sabían y que la señalan directamente a ella. Si quiere sostenerse el Ejecutivo y ante esta presión social sin precedentes creo que van a terminar pidiéndole a ella que renuncie. Institucionalmente, que dimita el presidente sería más complicado. Estamos en un momento crítico en Guatemala, hay una masa de gente con una actitud crítica en la calle, y lo más importante, sin violencia.

También es vox pópuli que el crimen organizado paga las campañas políticas. La financiación de los partidos es muy blando y se acaban pagando favores. Y este es uno de los asuntos que se discuten con estas protestas en Guatemala. Terminan haciendo negocios con el crimen para el lavado los poderes económicos.

En el índice de Reporteros Sin Fronteras sobre la libertad de prensa, Guatemala bajó 30 puntos en 2014. ¿Qué dificultades encuentran para informar desde su medio? ¿Han sufrido amenazas?

Hay muchos obstáculos y amenazas a la libertad de expresión. Hace dos meses asesinaron a dos periodistas en Guatemala. Nuestra respuesta fue crear una alianza entre medios pequeños y unirnos para contar el asesinato y qué estaba uno de estos periodistas investigando sobre el sur de Guatemala. Publicar e investigar de forma conjunta por nuestra propia seguridad es lo mejor en estos casos.

Aunque sería muy injusto decir que tenemos reales amenazas. Las amenazas las viven los periodistas locales de esas regiones donde el crimen organizado está directamente relación con los poderes locales. Esos periodistas que son vecinos del alcalde o del narco corren ese peligro. Tenemos protocolos de seguridad y protegemos a las fuentes cuando contamos historias de fuera de la capital.

¿Qué retos le quedan a medios digitales como el suyo para poder llegar a más gente?

Nos interesa la alfabetización digital. Compartimos material digital y de periodismo. Ofrecemos por ejemplo reseñas sobre libros de no ficción, que en Guatemala casi no se lee, también hacemos congresos y debates abiertos. Eso es el periodismo. Nos interesa también llegar a otros públicos. Queremos trasladar contenidos de Plaza Pública a lenguaje radial. Estamos forjando alianzas con radios comunitarias y con otros medios de prensa escrita para que compartan nuestra información.

¿Cuán importantes son las redes sociales para Plaza Pública?

El 70% de nuestros lectores entra por redes sociales. Pero no nos gusta usar las redes para dar la última hora. El juicio por genocidio fue un gran aprendizaje. Estábamos todo el tiempo enviando tweets. Hubo casos de desinformación que abogados de defensa soltaban para confundir y muchos medios decían “Plaza Pública no ha dicho nada, así que tranquilos”. Ahí nos dimos cuenta de que el público no está esperando rápido la última hora, sólo quieren enterarse de lo correcto.