Guatemala: clamor contra la corrupción
28 de mayo de 2015¿Qué caracteriza la situación actual en Guatemala? “Lo interesante de este movimiento llamado #RenunciaYa #SomosPueblo es que surge de la clase media. Se trata de una parte de la población que había estado “dormida” y que despierta debido a la falta de oportunidades, inseguridad y corrupción en Guatemala. También se están uniendo al movimiento grupos estudiantiles, campesinos, sindicatos, movimiento LGBT, etc.”, dice la investigadora guatemalteca María Rosales.
La Dra. Susanne Kurtenbach, agrega que “lo impresionante es que la gente sale a la calle masivamente reclamando la renuncia del presidente Otto Pérez Molina y que no se deja intimidar. Y esto no solo en la capital sino también en las cabeceras departamentales”.
El problema de la violencia
En cuanto a cuál puede ser su desenlace, Kurtenbach dice: “Hay dos escenarios posibles: uno, que el presidente, el congreso, el Tribunal Supremo Electoral y otras instituciones encaminen un proceso de reformas para asegurar la transparencia de las elecciones de septiembre. Segundo, que la falta de reformas dinamice y aumente el descontento popular. En el contexto de las elecciones eso puede desembocar en actos de violencia y podría poner en peligro la poca institucionalidad que tiene Guatemala”.
La actual crisis plantea cuestiones esenciales para el futuro político del país. “Si esta crisis no se resuelve por la vía de una reforma profunda del sistema político guatemalteco se profundizará el descontento popular. La pregunta fundamental será entonces si este desencanto se organiza de manera política o si termina en violencia”, subraya Kurtenbach.
¿Un nuevo nivel de organización política?
Que exijan cambios tanto multitudes en la calle como empresarios, ¿significa un nuevo nivel de organización política en el país o incluso un cambio cualitativo en la sociedad guatemalteca? Kurtenbach: “Hasta ahora no está muy claro si los distintos sectores son capaces de formular demandas comunes más allá de la renuncia del presidente. No obstante, la crisis actual podría ser el punto de partida para cambios significativos. Esto dependerá de la capacidad de los sectores involucrados de formular e implementar una propuesta de profunda reforma política. El sistema político guatemalteco carece de partidos políticos programáticos y se basa en relaciones clientelares. Mientras eso no cambie, la situación será volátil y la corrupción no acabará”.
Por su parte, Rosales resalta que “muchos de quienes protestan son jóvenes que no vivieron la guerra, que están conectados a Internet y ven lo que pasa por el mundo. Y en general hay un contexto global de repudio a la corrupción. Además de esto el papel de los medios de comunicación alternativa han marcado un cambio ayudando el movimiento”.
La Dra. Susanne Kurtenbach es investigadora del Instituto de Estudios sobre América Latina del GIGA, del que fue vicedirectora de 2011 a 2014. María Rosales es Research Fellow del GIGA.