Greenpeace: medio siglo de lucha por el planeta
Con acciones espectaculares, Greenpeace lucha contra la devastación ecológica y urge a cambiar de rumbo. En sus 50 años de existencia, ha marcado el debate como ninguna otra organización ambientalista.
No a los ensayos nucleares
Estados Unidos realizó ensayos atómicos, en 1971, ante las costas de Alaska. Y eso generó un movimiento de protesta. Los activistas bautizaron su movilización como "Greenpeace" y trataron de incursionar en la zona de las pruebas nucleares con un velero del mismo nombre. El intento fracasó, pero el nombre se impuso: Greenpeace se convirtió en la organización ecologista más conocida del mundo.
Ataques militares contra Greenpeace
Francia no admitió perturbaciones en sus ensayos atómicos y reaccionó con el uso de la fuerza militar. En 1973, el barco de Greenpeace fue interceptado por un buque de la Marina francesa. En 1985, un agente secreto francés hundió un barco de Greenpeace en Nueva Zelanda. Un fotógrafo perdió la vida. Tras 188 pruebas con bombas atómicas, Francia puso fin a esos ensayos en 1996.
Lucha contra pesticidas
En 1981, activistas de Greenpeace treparon a la chimenea de la fábrica química de Boehringer, en Hamburgo. Allí se producían insecticidas y pesticidas, y se liberaban dioxinas. Esta fábrica tuvo que cerrar, pero el uso de pesticidas aumentó a nivel mundial y sigue ocasionando serios perjuicios a la salud. Por esta razón, Greenpeace continúa luchando contra pesticidas peligrosos.
Contra la caza de ballenas
Famosas son las protestas de Greenpeace contra la caza de ballenas. Un éxito logrado fue la moratoria establecida en 1986, que prohibe la caza comercial de estos animales amenazados. Sin embargo, Islandia, Noruega y Japón han ignorado el acuerdo. Por eso, la protesta continúa. En la foto, contra un buque ballenero nipón.
La responsabilidad de la industria petrolera
En 1995, activistas de Greenpeace se subieron a la plataforma petrolera "Brent Spar", en el Mar del Norte, que Shell se proponía hundir. Automovilistas se solidarizaron y boicotearon gasolineras de esa empresa. Shell desistió de su plan y en 1998 también los gobiernos lo prohibieron. Hoy, se protesta contra la industria petrolera que ignora la meta de frenar el calentamiento global en 1,5 grados.
Protección de la biodiversidad
Activistas de Greenpeace desplegaron en 2006 un enorme lienzo en el Cristo de Río de Janeiro, con motivo de una conferencia de la ONU sobre biodiversidad. Allí, advirtieron de la desaparición masiva de especies de fauna y flora, de y sus graves consecuencias.
Llamado a abandonar el carbón
En 2009, activistas de Greenpeace treparon a la torre de 200 metros la planta energética británica de Kingsnorth, operada con carbón, y forzaron su desactivación. Esta acción y procesos judiciales llevaron a que los británicos se convirtieran en ejemplo del abandono de la energía de carbón. La última planta de este tipo dejará de operar en 2024.
El desastre del plástico
Desde hace tiempo, Greenpeace lucha contra la basura de plástico. Demanda una prohibición del microplástico en los cosméticos, así como de los plásticos de un solo uso, y pide un completo reciclaje de los materiales sintéticos.
Moda limpia
Uno de los grandes contaminadores es la industria textil. Greenpeace exhorta a las empresas de ese sector a dejar de utilizar peligrosos productos químicos. 80 firmas se comprometieron a hacerlo en 2014. En la foto, modelos de Indonesia promueven una moda de producción ecológica, en la provincia de Java Occidental.
En defensa de la Amazonía
El consumo de carne destruye la selva tropical. Mucha gente no es consciente de esa interrelación. Greenpeace llama la atención al respecto, en este caso, con un lienzo en un restaurante de Burger King, en Londres. La demanda de carme fomenta la deforestación de la Amazonía. En los terrenos talados, se practica la ganadería y se cutiva soja como pienso para los animales.