Grecia: disputas sobre las nuevas medidas de austeridad
8 de diciembre de 2014Mientras que los ministros de Economía de la UE debaten en Bruselas la conveniencia de alargar el programa de rescate a Grecia, las discusiones acerca del pago del último tramo del crédito (1.800 millones de euros) se encuentran empantanadas debido a los desacuerdos sobre la política presupuestaria griega.
Jürgen Matthes, del Instituto de Economía Alemana de Colonia (IW), confía en que se logre un acuerdo: "La experiencia ha demostrado que, al final, siempre se llega a un acuerdo, aunque sea en el último momento”, aclara el economista en una entrevista con DW. Un factor decisivo, aunque no por ello definitivo, es que Grecia no tendría alternativas, ya que sólo podría seguir financiándose en condiciones de mercado desfavorables: las tasas de interés actuales de los bonos griegos a diez años rondarían el 8 por ciento, según considera Matthes.
Folker Hellmeyer, analista jefe del Bremer Landesbank,considera que una prórroga del rescate actual llegará a finales de enero, a más tardar, y el pago de la última cuota se llevará a cabo. “El actual problema gira en torno al intento del gobierno griego de evitar mayores recortes al presupuesto y las pensiones. Algo que tiene explicación política a nivel interno”, explica Hellmeyer.
Necesidad de hacer nuevas reformas
El pasado 7 de diciembre, el Parlamento griego aprobó los presupuestos de austeridad para 2015. Según explicó en el Parlamento el primer ministro, Antonis Samaras, este será el primer presupuesto equilibrado en décadas. La troika, conformada por la UE, el FMI y el BCE, sin embargo, sospecha la existencia de un agujero de financiación de miles de millones de euros en los presupuestos y exige nuevas medidas de austeridad –algo que Atenas descarta-. Los institutos de crédito también abogan por realizar reformas estructurales. El gobierno de coalición formado por conservadores y socialistas, y dirigido por Samaras, sin embargo, pretende evitar un nuevo plan o por lo menos postergarlo hasta que se convoquen nuevas elecciones a principios de 2015.
Folker Hellmeyer, que ha seguido desde el principio la evolución de la situación griega, asegura que muchas cosas han salido mejor incluso de lo que esperaba la troika. No obstante, Hellmeyer no ve ninguna alternativa a la vía de las reformas. “Aunque muchas cosas se han puesto en orden, sobre todo en lo que se refiere al presupuesto público, la administración sigue siendo muy ineficiente”, aclara el analista del Bremer Landesbank. Además, es necesaria una liberalización del mercado de trabajo. La política monetaria que llevan a cabo los sindicatos griegos actualmente impide la llegada al mercado laboral de buenas oportunidades para las jóvenes generaciones, advierte el economista.