Grecia: muchas preguntas abiertas sobre el referéndum
1 de julio de 2015Nunca antes había sucedió algo así en la historia reciente de Grecia. En solo una semana se convocó un referéndum que podría tener importantes consecuencias. El hecho de que la campaña dure 8 días no es mera curiosidad, sino que podría ser además incontitucional, considera el abogado y político Evangelos Venizelos. Los electores no tuvieron tiempo suficiente para informarse y formarse una opinión, critica el ex jefe socialista del Parlamento griego. Por el contrario, la izquierda argumenta que son temas que se están debatiendo desde hace meses y años y que el pueblo está más que informado. La cuestión sobre la constitucionalidad planteada por los socialistas fue rechazada por el parlamento, con los votos de la coalición izquierda
Para Lucas Tsoukalis, presidente del Think Tank ateniense ELIAMEP, "este referéndum no está preparado con seriedad. Tan solo la duración de la campaña plantea serias dudas sobre su constitucionalidad”. Por su parte, Nikos Voutsis, ministro del Interior, rebate esa opinión: “Se ha convocado de forma transparente y en el plazo correcto”, opina. Para el Estado griego no va a ser nada fácil. En menos de 10 días habrá que imprimir millones de papeletas y organizar los locales electorales. Ya este miércoles se entregarán las primeras partidas, para que lleguen a tiempo a las islas y las regiones más alejadas.
¿Formulación dudosa?
Además del escaso lapso para organizarlo, también la pregunta planteada en el referéndum suscita controversias. A los griegos se les pregunta si aceptan las últimas propuestas de los acreedores o no. Y estas se basan en dos estudios que, en conjunto, suman 34 páginas: La “Reforma para finalizar el actual programa y la continuación” y el “Análisis provisional sobre la capacidad de endeudamiento”.
Para el abogado del estado Nikos Alivizatos, detrás de esta vaga fórmula podría haber cierta intención: “El Gobierno es consciente de que si pregunta al país si quiere quedarse en el euro o no perdería el referéndum. Pero con la fórmula utilizada, el tema de votación va más alla del euro”, aclaraba el jurista en la cadena de TV Skai.
El ministro del Interior Voutsis prefiere no participar en esta discusión. Tiene que mantener su posición y por eso decidió no participar en las recientes manifestaciones por el “no”, aclaraba en una conferencia de prensa. Sin embargo, sí anima a los ciudadanos a votar. Según la constitución, para que el resultado del referéndum sea válido la participación debería ser como mínimo del 40 por ciento del electorado.
¿Cuánto se gastará en el referéndum?
Sobre los costes que conlleva el referéndum también hay controversias. El Tribunal de Cuentas griego parte de 110 millones como base, mientras el ministerio del Interior calcula como máximo unos 20 millones. Acertar está cantidad es un tema difícil, puesto que en Grecia no hubo referéndums desde 1974. En aquel entonces, se trataba del fin de la monarquía tras la dictadura militar.
Otra de las curiosidades en este referéndum es que el No está antes que el Sí en las papeletas. Es decir, en orden alfabético inverso. Además, los dos millones de griegos que viven en el extranjero no podrán votar y la “Comisión de Apoyo al No” no podrá constituirse. Dicha comisión debería tener representantes de todos los partidos y, en caso de formarse, tendría que integrar tanto a la izquierda de Syriza como a los ultraderechistas de “Amanecer Dorado” en una misma mesa.