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A veces, incluso, se recurre a la violencia: el año pasado 28 trabajadores de Bangladesh llevaban seis meses sin cobrar y fueron a reunirse con sus capataces. El resultado: fueron acribillados con una escopeta. Los responsables fueron absueltos. Activistas de derechos humanos denuncian odio y racismo contra los inmigrantes de Asia. Los jornaleros agricolas viven en condiciones miserables y, mientras no tengan papeles, es poco probable que eso cambie.