Grecia: el ocaso de los partidos tradicionales
20 de enero de 2015El arquitecto Spiros Danellis, natural de Creta, es candidato de un partido que podría obtener buenos resultados en las próximas elecciones. Su nombre es “To Potami”, en griego, “El río”. Dicha agrupación socialdemócrata fue fundada poco antes de las elecciones europeas de 2014 por el periodista Stavros Theodorakis y sacó el 6,6 por ciento de los votos. Ahora, Danellis aspira al tercer lugar en los comicios parlamentarios del 25/1/2015, de modo que To Potami pueda estar en condiciones de asumir responsabilidad en el gobierno griego, en el mejor de los casos, como socio minoritario de una coalición proeuropea, algo que se perfila como posible.
Si bien, según encuestas, el partido obtendría menos votos en comparación con las elecciones europeas, el panorama político de Grecia ofrece tantas alternativas partidarias que incluso un recién llegado con cerca del 5 por ciento de las boletas podría ocupar el tercer puesto. “Los partidos tradicionales de antaño están fuertemente atomizados, y eso se ve, sobre todo, en el ala de centro izquierda, que tuvo que asumir una responsabilidad mucho mayor por el estallido de la crisis de endeudamiento”, explicó Spiros Danellis en conversación con Deutsche Welle.
Danellis sabe bien de lo que habla: durante los comicios europeos de 2009 logró ingresar al Parlamento Europeo como parte del entonces todopoderoso partido socialista PASOK. Luego vino la crisis, seguida de una recesión que duró cinco años. Hoy, Danellis prefiere trabajar para la “competencia”, mientras su antiguo partido ya muestra avanzados síntomas de desmembramiento, y su expresidente, el socialista Giorgos Papandreu lidera un partido nuevo que, probablemente, no logre superar la barrera del 3 por ciento.
Difícil reinicio para muchos partidos
Cuando comenzó la crisis de la eurozona, los partidos políticos griegos cometieron muchos errores, dice Danelli, refiriéndose también a su antiguo partido, el PASOK, ya que, según él, no se hizo lo suficiente como para llevar a cabo las reformas necesarias y combatir el clientelismo. Eso, explica, desilusionó a gran parte del electorado. Y justamente eso es lo que quiere revertir su partido, To Potami: “Queremos cambiar todo, pero no destruyendo a nuestro país”. El jefe del partido, Stavros Theodorakis, contesta las críticas acerca de que To Potami no tiene un programa definido diciendo que se trata de “un movimiento que aún no se ha convertido en un partido; ni siquiera tenemos una central, pero estamos trabajando en eso”.
Lucha a brazo partido
Mientras los conservadores y la oposición de izquierda compiten por la victoria electoral, To Potami, los socialistas, los comunistas y, no por último, la extrema derecha de Amanecer Dorado luchan por el decisivo tercer lugar. La tercera fuerza política será, sin duda, un potencial socio de coalición y, de acuerdo con la Constitución griega, podría incluso obtener el mandato de formar gobierno si los dos grandes partidos mayoritarios fracasaran en el intento de ganar socios de coalición luego de los comicios.
El peor de los escenarios sería, por lo tanto, que la extrema derecha, fortalecida durante la crisis económica y que, según encuestas, está solo un poco por detrás de To Potami, alcance el tercer lugar y tenga la responsabilidad de la formación de gobierno. Todos los líderes de ese partido están en prisión preventiva por “pertenecer a una organización criminal” y esperan a que se los someta a juicio. “Eso sería la peor desgracia política” para Grecia, advierte Spiros Danellis. “Imagínese que el presidente de Amanecer Dorado, en prisión, es llevado con escolta policial al palacio de gobierno, donde recibe el mandato de formar gobierno. Ese mandato no tendría éxito alguno, pero el solo hecho de su significado simbólico sería catastrófico”, añade.