Grecia: dónde aprieta el zapato del ahorro
13 de agosto de 2015Para muchos griegos, el documento es un catálogo del horror. Sobre todo causan revuelo las 38 medidas inmediatas, consideradas requisito para que se envíe dinero a Atenas. Se trata sobre todo de reformas prometidas desde hace tiempo, que sin embargo los anteriores gobiernos no llevaron a cabo: desde la eliminación de privilegios tributarios en el sector agrícola hasta la reapertura del fondo griego de privatizaciones, pasando por la reforma del sistema de jubilaciones.
Dichas medidas inmediatas no tiene, sin embargo, una línea definida. “Naturalmente, también esta vez hay recortes, pero las cargas están más ampliamente repartidas”, indicó el profesor de economía Charalambos Gotsis en el canal griego de TV Skai. Las medidas han provocado airadas protestas principalmente entre los agricultores, que a más tardar en 2017 perderán sus ventajas tributarias. Gotsis no comprende la indignación del sector. “Después de todo, sus gravámenes no serán tan extremos. Si un pequeño empresario, tras siete años de recesión, paga un impuesto a la renta del 26 por ciento, no veo por qué los grandes agricultores no habrían de hacer su aporte para superar la crisis”, apuntó el economista.
La vaca sagrada de la jubilación
Pocas promesas de ahorro han sido tan controvertidas en Grecia como la reforma del sistema de pensiones, especialmente en lo tocante a las restricciones previstas al mecanismo de jubilación anticipada. Ya en la actualidad, quienes entraron al mercado laboral después de 1993 pueden jubilarse recién al cumplir 67 años. Sin embargo, hay muchas excepciones.
La intención es coartar la posibilidad de jubilación prematura o restarles atractivo económico. Por ejemplo, quien ha pagado por los menos 15 años sus aportes y recurre a algunas de las excepciones aún vigentes, puede contar por lo general con una jubilación de más de 480 euros. Esa suma se vería reducida ahora a 310. Además, las nuevas normas entrarían en vigor con efecto retroactivo al 1 de julio de 2015, con lo que evidentemente se pretende evitar una oleada de jubilaciones anticipadas antes de que se ponga en práctica la medida.
El sector privado
Un polémico plan de reforma administrativa, que contempla entre otras cosas topes máximos de sueldo para funcionarios públicos, fue pospuesto para el otoño. En general, las medidas actuales no afectan tanto al Estado como al sector privado, lo cual fue criticado por el analista económico Anestis Dokas en una entrevista de TV. “Ya hoy en día, el Estado debe más de 9.000 millones de euros a la empresa privada; muchas empresas cerrarán a partir del otoño, porque nadie puede tener tanto dinero de reserva para mantener su propia firma con vida”, afirmó.
El ministro griega de Hacienda, Euclides Tsakalotos, ve sin embargo el vaso medio lleno. Ante el parlamento explicó que, tras la implementación de las medidas, la economía griega logrará a más tardar en 2018 un superávit primario del 3,5 por ciento.