Grandes desafíos de la presidencia alemana
28 de noviembre de 2006Durante los seis meses en que estará al frente de la Unión Europea, el gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, tendrá que dar respuesta a difíciles interrogantes sobre la ampliación de la UE y la crisis relativa a la Constitución comunitaria.
Durante este período, Alemania representará a la Unión en el plano exterior y se convertirá en el interlocutor para terceros estados y organizaciones internacionales en casos de crisis. En el plano interno europeo, en tanto, su labor consistirá principalmente en posibilitar la ejecución del mayor número de iniciativas y buscar consensos sobre las correspondientes bases jurídicas.
Impulsos constitucionales
Tres cumbres marcarán probablemente los puntos culminantes de la presidencia alemana de la UE. El 25 de marzo, Angela Merkel será la anfitriona de un encuentro informal, que se llevará a cabo en Berlín para celebrar los 50 años de los Tratados de Roma, que sirvieron de base para la integración europea. Previamente, a comienzos de marzo, tendrá lugar en Bruselas una cumbre regular, dedicada a la política económica de la UE.
Muchos esperan que la celebración del aniversario de los Tratados de Roma confieran nuevo impulso al debate en torno a la Constitución europea, estancado desde que los franceses y holandeses rechazaran el proyecto en sendos referendos, en 2005. De hecho, la canciller alemana ya ha anunciado su propósito de presentar un cronograma para seguir adelante con el proyecto, tema que debería volver a debatirse en la cumbre regular de junio, en Bruselas.
Tras el ingreso de Bulgaria y Rumania, en 2007, la UE contará con 27 miembros. Y hay consenso en cuanto a que una organización de tales dimensiones será virtualmente inmanejable si no se cuenta con reglas simplificadas como las que prevé el proyecto constitucional. De ahí que mientras el impasse no se resuelva resultará improbable una pronta adhesión de más países, como Croacia, que está a la espera.
Lista de deficiencias
Más lejos de su meta se halla otro aspirante: Turquía. Al gobierno alemán le corresponderá llevar adelante difíciles negociaciones con ese país, que todavía presenta falencias en materia de democracia y vigencia del Estado de Derecho. A comienzos de noviembre, la Comisión de la UE presentó una larga lista de déficiencias en cuanto a la libertad de expresión, la libertad religiosa y el control político de los estamentos militar y judicial. Otro problema lo constituye la falta de avances en la normalización de sus relaciones con Chipre, país miembro de la Unión Europea.
En su calidad de jefa de la Unión Cristianodemócrata de Alemania (CDU), Angela Merkel sigue siendo contraria a la plena membresía turca en la Unión Europea. No obstante, como canciller alemana, se propone llevar adelante lealmente las negociaciones entre Ankara y Bruselas. De hecho, en su primera visita a Turquía, aseguró que se propone actuar como un socio confiable que respeta los compromisos adquiridos.
Alemania asumirá la presidencia europea de manos de Finlandia y la entregará a su vez, el 1 de julio de 2007, a Portugal. Además de encabezar la UE durante el primer semestre, el gobierno alemán detentará durante todo el año la presidencia del Grupo de los 8, que reúne a las siete principales potencias industrializadas y Rusia.