Gran distancia entre Irak y Ginebra
9 de mayo de 2004Cada acción planeada para causar dolor físico o psicológico a un ser humano con el fin de obtener información u obligarle a hacer una confesión o una declaración, es tortura. La tortura está prohibida. Los Estados están obligados a proteger a los prisioneros de la tortura y están obligados a condenar la violación de esta ley. Estos principios constituyen la Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas, que se aplica desde 1987. Hasta el momento 134 Estados la han ratificado, entre ellos Estados Unidos y Gran Bretaña. El Comité contra la Tortura supervisa regularmente si los Estados ratificantes cuidan de que se respete esta convención.
La prueba de fuego
Mark Thomsen presidente de la Asociación ginebrina de Prevención de Tortura, sostiene que la Convención es un instrumento poderoso y el Comité el medio ideal para supervisar que se cumpla. El Comité está compuesto por 10 expertos independientes designados por los Estados. No cuentan con el poder de un tribunal para obligar a los Estados, pero sus informes públicos son un poderoso instrumento de presión. El trabajo del Comité contra la Tortura está detalladamente especificado. Las naciones mismas, pero también individuos u organizaciones no gubernamentales pueden presentar al comité informes sobre casos de tortura. Los expertos independientes analizan esta información y presentan un veredicto. Entre los países que serán analizados durante esta reunión se encuentra también Alemania.
El Comité puede en casos extraordinarios interrumpir su rutina y tratar casos especiales como lo es sin duda el de los prisioneros de guerra iraquíes. Las acusaciones de tortura en contra de Estados Unidos e Irak ameritan ser analizadas, según Mark Thomsen. Puesto que tanto Estados Unidos como Gran Bretaña ratificaron la Convención está tiene validez aun cuando Irak no la haya ratificado. En su papel de fuerzas de ocupación, Estados Unidos y Gran Bretaña, imponen su código de derecho y por lo mismo son responsables de lo que sucede en Irak.
No sólo en Irak se tortura
El Comité tiene por lo tanto derecho a tratar los cargos de tortura contra Estados Unidos y Gran Bretaña. Hasta ahora jamás se ha procedido de esta manera, por lo que no existe la certeza de que los miembros del Comité decidan hacerlo. Mark Thomsen explica que los diez expertos deben decidirlo en consenso, pero puesto que entre ellos hay una estadounidense, un chino y un ruso, existe la posibilidad de que la experta estadounidense se niegue a aprobar la investigación que exigen entre otros, precisamente China y Rusia, dos naciones acusadas de aplicar la tortura.
Estados Unidos haría bien en colaborar con las organizaciones de las Naciones Unidas para mostrar su buena voluntad para que se aclare el escándalo en Irak, indica Thomsen, que recuerda sin embargo que aun cuando la mirada de la opinión pública internacional se centre en este momento en lo sucedido en Irak, nadie debe olvidar que no sólo en Irak se tortura. Cada caso de tortura debe ser condenado y todo aquel que tortura debe ser juzgado.