Gordon Brown le declara amor (tardío) a la Unión Europea
21 de febrero de 2008Más vale tarde que nunca. Ocho meses se tomó el primer ministro británico Gordon Brown para visitar la sede de la Unión Europea. Una tardanza que no se puede considerar como un acto de gran respeto por la institución más importante de Europa, a la que, por lo demás, pertenece Gran Bretaña y le debe una buena parte de su estabilidad y bienestar.
Pero lo pasado pasado y este jueves 21 de febrero de 2008 Brown estuvo, al fin, en Bruselas no sin dejar de causar cierto asombro por las palabras que allí expresó, casi palabras de “amor” por la Unión Europea: “Estoy muy feliz de estar en Bruselas”, dijo Brown en forma un tanto seca. Estas sencillas palabras empero, en la boca de un primer ministro británico no son nada usuales y hasta pueden ser interpretadas como una “declaración de amor” a la no muy querida pero útil Unión Europea.
Claro mensaje a los euroescépticos
Para no dejar ninguna duda de que también la isla británica es miembro comunitario Brown declaró sorpresivamente que “Gran Bretaña pertenece al centro de Europa” enviando, por derecha, un mensaje a los euroescépticos ingleses que son los más furibundos de toda la Unión.
“En estos tiempos de inseguridad global no deberíamos arriesgar la estabilidad de las relaciones británicas con la Unión Europea ni poner en duda nuestra futura membresía poniendo en peligro nuestras relaciones comerciales”, agregó Brown otro claro mensaje a los detractores de la UE en su propio país.
Brown reconoce liderazgo de Unión Europea
Eso no fue todo. Brown tuvo a bien reconocerle a la Unión Europea el liderazgo en la lucha contra todos los males del mundo, entre ellos la pobreza y el cambio climático. “La Unión Europea debe seguir liderando la lucha por el bienestar para todos, el logro del equilibrio y la estabilidad, así como de la reconstrucción y la conservación sostenible del medio ambiente”, agregó Brown ante el pleno de la Comisión Europea en Bruselas.
Palabras que, al parecer, le tocaron el corazón a Jose Manuel Barroso, presidente de la misma Comisión y de quien, a menudo, se escuchan tonos similares. La armonía llegó a su punto de perfección cuando Brown alabó además, los esfuerzos de la dirigencia de la Unión Europea por la protección del clima y la defensa de la libre competencia en un mercado libre.
Preguntas incómodas: cero respuestas
Pero no todos parecían muy convencidos de las cálidas palabras del primer ministro británico en Bruselas. Que por qué su débil apoyo al Tratado de Reforma de la Unión Europea y que por qué llegó tan tarde a la celebración de su firma a Lisboa, cuando la foto “familiar” ya había pasado, querían saber los periodistas. Brown respondió de forma acostumbrada: tomó la palabra y no dijo nada. Lo verdaderamente lamentable fue que la pregunta sobre si en el futuro habría una mayor cooperación entre los Estados miembros de la Unión en el campo de la Justicia se quedó sin respuesta.
A pesar de ello, Barroso y Brown anunciaron una iniciativa conjunta para las dos próximas cumbres de la Unión Europea que tendrán lugar en marzo y junio. Brown dejó así expreso su apoyo al plan de Barroso de fijar metas climáticas para la Unión Europea.
Europa le apostará a la ayuda al desarrollo
Por lo que a la cumbre de la UE en junio se refiere, Brown dio a conocer el tema que predominará: la política de desarrollo. La Unión Europea se propone diseñar un plan de acción para alcanzar las metas del milenio en la cooperación para el desarrollo.