Gobierno pide a FARC garantía de que dejarán las armas
1 de julio de 2013
La Habana volvió a recibir a las delegaciones del Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) en una nueva ronda de conversaciones, con la mirada puesta en alcanzar acuerdos que permitan firmar la paz entre ambos bandos. La ronda número 11 de los diálogos busca acordar las condiciones para una eventual incorporación del grupo guerrillero a la política formal.
Las negociaciones comenzaron en noviembre de 2012 en Noruega y constan de cinco puntos. Actualmente se trata el segundo de ellos, en un intento por poner fin a casi medio siglo de conflicto armado. Sin embargo, las posturas son demasiado contrapuestas: las FARC piden aplazar las elecciones presidenciales y llamar a una Asamblea Constituyente, peticiones que son rechazadas por el régimen del presidente Juan Manuel Santos.
En un comunicado, las FARC defendieron la Asamblea Constituyente como un espacio para dirimir disensos, hacer cambios institucionales y garantizar la seguridad jurídica del tratado de paz. “Hay unos parámetros claros para las conversaciones de este punto que se pactaron el año pasado entre las partes. Eso es lo que el Gobierno está dispuesto a discutir y nada más”, dijo el exvicepresidente Humberto de la Calle, negociador del Ejecutivo.
Diálogo fraterno entre guerrilleros
De la Calle leyó un comunicado donde aclaró que “cualquier otro tema que propongan las FARC por fuera de esta agenda, entendemos que hace parte de su ideario y que pueden someterlo a la consideración de los colombianos si hacen el tránsito a la democracia”. Hasta el momento, los diálogos han dejado como resultado un acuerdo parcial en el tema agrario.
Además, el negociador del gobierno exigió a la guerrilla “garantías de que dejarán las armas y actuarán lealmente dentro de las reglas de la democracia”, al tiempo que el Estado se compromete a darles seguridad para que hagan oposición “dentro de la legalidad”. Esto, luego de que un portavoz de la guerrilla dijera en una entrevista que no estaban dispuestos a “entregar” las armas, aunque sí a deponerlas.
Por otro lado, los jefes de las FARC, Rodrigo Londoño, y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Nicolás Rodríguez, se reunieron para “fortalecer los avances del proceso unitario del movimiento revolucionario de Colombia”, según comunicaron este lunes. Destacando la “unidad y camaradería” del encuentro, ambos líderes guerrilleros dijeron que “cualquier solución al conflicto interno del país por las vías del diálogo pasa por la ineludible necesidad de adelantar conversaciones con toda la insurgencia colombiana”.
DZC (BBC, dpa, Reuters)