Crisis a la holandesa
20 de febrero de 2010La discordia entre los miembros del Gobierno de coalición de los Países Bajos alcanzó tales dimensiones que ni siquiera pudieron esperar a que la alianza alcanzara su tercer aniversario para separarse: en la noche del sábado (19.2.2010) –dos días antes de que su más reciente Gabinete cumpliera tres años–, el político demócrata cristiano Jan Peter Balkenende comunicó a la reina Beatriz el fracaso y la desintegración de su Gabinete.
La imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre la participación de soldados holandeses en el conflicto armado de Afganistán terminó rompiendo los de por sí débiles lazos entre los principales integrantes de la coalición, los democristianos y los socialdemócratas.
Viejas diferencias
Una sesión maratónica de 16 horas no pudo detener el desmoronamiento parcial del Gabinete conformado por el partido de Balkenende, Llamada Demócrata Cristiana (CDA, son sus siglas en neerlandés), la Unión Cristiana (CU) y el socialdemócrata Partido del Trabajo (PvdA), cuyos representantes han exigido públicamente que la petición de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de intensificar el compromiso neerlandés en el Hindukush fuera denegada con claridad.
Pese a que la coalición pasó su prueba de fuego enfrentando los embates de la crisis financiera global como un frente unido, viejas diferencias de opinión y discusiones irresueltas afloraron entre democristianos y socialdemócratas a principios de este año, cuando una comisión independiente entregó los resultados de su investigación sobre el papel del Gobierno neerlandés en el envío de soldados a la guerra de Irak en 2003. Según ese informe, los fundamentos legales para una intervención militar no eran suficientes y el Parlamento no fue informado debidamente.
Pescando en río revuelto
Los socialdemócratas, que en 2003 estaban en el banco de la oposición y votaron en contra de que los Países Bajos apoyaran militarmente a Estados Unidos en Irak, ahora han hecho su bandera el retiro de los soldados holandeses de Afganistán: recientemente, cuando Anders Fogh Rasmussen, Secretario General de la OTAN, pidió que los holandesas permanecieran en el país asiático hasta agosto de 2011 para instruir a las fuerzas de seguridad locales, los socialdemócratas reaccionaron de inmediato exigiendo que se respetara la decisión gubernamental de comenzar a traer a casa a los soldados neerlandeses.
El fracaso de la coalición liderada por Balkenende termina beneficiando al molino de los partidos de oposición, ubicados tanto en el ala izquierda como en el ala derecha del espectro político holandés, que ya están contando con la celebración de comicios adelantados y con el incremento en el número de sus electores. El grupo con más chance de salir favorecido por esta coyuntura es el Partido para la Libertad (PVV) del político populista Geert Wilders. Según voceros del ministerio de Interiores, es de suponer que las próximas elecciones se realicen dentro de pocas semanas; a más tardar, en junio. Hasta que se tome otra decisión, políticos del CDA y del CU ocuparán los puestos dejados vacantes por los del partido socialdemócrata.
Autor: ERC / afp / dpa
Editor: José Ospina Valencia