Gobierno alemán: informe sobre desarme internacional en 2010
27 de enero de 2011El desarme nuclear se cuenta entre los principales objetivos de política exterior del Ejecutivo alemán. Alemania aspira a un mundo libre de armas atómicas –asegura, en blanco y negro, el convenio de la gobernante coalición de conservadores y liberales.
De documentar el avance de la comunidad internacional hacia tal meta se ocupa –anualmente– un informe de desarme, cuya versión para 2010 fue presentada por el Gobierno federal esta semana en Berlín.
El desarme, "tan importante como el clima"
El control del armamento y el proceso de desarme internacional pertenecen, para el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, a las grandes tareas de la humanidad. Así lo aclara el nuevo informe de desarme del Gobierno federal germano. En su presentación, Westerwelle mira hacia el futuro con optimismo.
El Consejo de Seguridad de la ONU se lo propone. Barack Obama, presidente de Estados Unidos, indiscutible potencia económica y militar internacional, está a favor. Y por supuesto que el Gobierno alemán también quiere alcanzar las condiciones para borrar de la faz del planeta a las armas nucleares.
En la última década se perdió mucho tiempo con este tema, opinó el ministro. Pero ahora “vemos nuevas oportunidades para el desarme, el control de armamento y la no proliferación nuclear” –un tema de no menos importancia para la Humanidad que la protección del clima, comparó Westerwelle.
Rusia y EE.UU., ¡por fin!
Se avanza, diagnostica el informe de 2010. El Gobierno federal se halla comprometido con la lucha contra minas terrestres y bombas de racimo, apoya iniciativas de desarme en Irak y se pronuncia por que no prolifere la posesión de armas menores “en manos equivocadas”.
El mundo está en camino de hacerse más seguro y el Gobierno alemán contribuye a ello –este fue, en esencia, el mensaje de Westerwelle en Berlín. El ministro celebró además que finalmente Rusia y EE.UU. –dos potencias militares históricamente enfrentadas– se hayan comprometido a cumplir sus responsabilidades en el desarme, con la promesa de reducir considerablemente, en los próximos siete años, sus cabezas nucleares estacionadas.
La ratificación del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START II) en Washington y Moscú “muestra que el reto de la Humanidad frente al tema del desarme ha sido comprendido justamente por aquellos que ahora están llamados a actuar”, celebró Westerwelle.
Estrategia de la OTAN
El pasado año fue un buen año para las metas internacionales de desarme, explicó el secretario de Estado del ministerio de Exteriores, Werner Hoyer: “El desarme y el control de armamento fueron aprobados, por primera vez en 2010, como parte central del concepto estratégico de la OTAN”.
La obligación de crear las condiciones para un mundo libre de armas nucleares, consagrada ahora en la nueva estrategia, “fue para nosotros un importante éxito de negociación, que sienta precedentes para el futuro”, agregó Hoyer.
¿Contribución alemana?
Sin embargo, los partidos alemanes de oposición consideran que el Gobierno ha hecho poco, en concreto, por el desarme mundial.
“El informe de exportación de armamento, presentado la semana pasada, muestra claramente que Alemania volvió a exportar armas ligeras por valor de más de una docena de millones de euros el año pasado; así que no entiendo cómo pueden pararse aquí ahora y decir que han reforzado el control de armas ligeras”, criticó Jan van Aken, del grupo parlamentario de La Izquierda.
“Cuando miro el presupuesto me pregunto, naturalmente, cómo es posible que se haya reducido a un tercio, de 60 a 40 millones, lo que se destina a ‘Desarme, Control de Armamento y Cooperación para la Proliferación’”, reclamó por su parte Tanja Keul, diputada del partido de Los Verdes –abanderado del movimiento antinuclear alemán.
Autor: Heiner Kiesel / Rosa Muñoz Lima
Editor: Enrique López Magallón