Gobierno alemán acusado de despilfarro
19 de noviembre de 2002
La oficina federal del control del gasto (Bundesrechnungshof), presentó este martes un informe devastador para el Gobierno de Gerhard Schröder, echando más leña al fuego de críticas que recibe el Ejecutivo alemán por su gestión fiscal. En el 2001 se habría perdido la oportunidad de ahorrar 2.000 millones de euros, y habría graves fallos en la política de consolidación de cuentas públicas.
121 ejemplos negativos
El informe ofrece un recuento minucioso de casos, acusando a las autoridades de diversos pecados fiscales. Entre los ejemplos destacados figuran los paquetes de ayuda enviados entre 1998 y 2000 para los descendientes de alemanes que residen en Europa del Este. Aunque estos por ley tienen derecho de residencia y naturalización, el objetivo de las ayudas habría sido persuadirlos para evitar su llegada a tierra alemana. La medida, con un costo anual de 6 millones de euros, habría fracasado. Como ejemplo se cita el envío de 1.300 pares de botas de la talla 43/44.
Otros casos se refieren a la compra innecesaria de un edificio por 4,6 millones de euros para el Colegio Alemán en Génova. Hasta la fecha ha sido imposible vender este inmueble. Tampoco se salva la representación cultural alemana. El Instituto Goethe habría gastado 3 millones de euros entre la compra y la rehabilitación de un edificio, mientras que el valor actual de mercado no llegaría a una cuarta parte del gasto. O bien los 157 millones de euros destinados al desarrollo de un sistema de misiles de defensa, cuya entrada en acción hubiera demorado un cuarto de siglo más. Entretanto el Ejército ha abandonado el proyecto. Asimismo el fisco habría eximido a una empresa del pago de impuestos para un sistema de información satelital, ya que su campo de acción sería el espacio y no el territorio alemán. Esta decisión supone la pérdida de ingresos por un monto de 47 millones de euros.
¿Falta de sentido común?
La oficina federal del control del gasto pone de relieve la delicada situación del Gobierno federal, donde "pesa más la financiación del gasto mediante créditos bancarios" que a nivel de los Estados federado (provincias). En el contexto de los criterios de estabilidad suscritos por Alemania como integrante de los 12 países que conforman la Zona Euro, "los Estados federados deberían asumir la misma responsabilidad fiscal" que el Gobierno.
Los expertos de esta agencia independiente, lamentan la aparente ausencia de una política de consolidación del gasto. Temen que las correcciones al presupuesto actual y los planes para el 2003 indican que el gasto público seguirá creciendo. Así, "los gastos por concepto social y por intereses (para financiar parte del gasto), representan un 73% de la recaudación fiscal". Si no se aprovecha el potencial para un ahorro potencial de 1.000 millones de euros por año, el margen de acción independiente del Estado, por ejemplo para inversiones públicas, sería cada vez menor. Esta alerta pesa especialmente ante una todavía lenta recuperación de la coyuntura.
Por lo tanto numerosos expertos coinciden en una crítica fundamental. Más allá de la teoría económica sobre el gasto público, el Gobierno sencillamente no habría aplicado el sentido común: ahorrar en épocas buenas para tener un colchón en épocas de crisis.