Global Citizen: otra forma de luchar contra la pobreza
6 de julio de 2017Los artistas no cobraron y conseguir entradas no era cuestión de dinero, sino de puntaje. Este concierto tan particular fue organizado con motivo de la cumbre del G20 por Global Citizen. Le preguntamos a su fundador, el australiano Hug Evans, cuál es el trasfondo.
Hug Evans: Nuestra misión es combatir la extrema pobreza. No somos una organización de beneficencia en el sentido tradicional. Si donas dinero a Oxfam, Unicef, World Vision, Save the Children o tantas otras, está muy bien. Pero nosotros no queremos tu dinero, sino que actúes. Queremos poner en marcha un movimiento para inducir a la esfera política a procurar que fluyan suficientes inversiones por los canales correctos para combatirla extrema pobreza.
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¿Qué relación tiene esto con el festival de Hamburgo?
Hug Evans: Los miembros de Global Citizen pueden ganar puntos al actuar. Quien haya reunido suficientes puntos, puede asistir por ejemplo en forma gratuita a un festival de Global Citizen.
DW: Los conciertos son entonces una suerte de recompensa por el compromiso político. ¿Cómo funciona en concreto ese sistema de puntaje?
Hug Evans: Se comienza por descargar la aplicación o registrarse en la página de internet GlobalCitizen.org. A partir de entonces, cada quien puede ganar puntos: por cada llamada, cada tweet, cada correo electrónico, cada petición o cada encuentro con parlamentarios; por todo lo que podamos comprobar digitalmente se otorgan puntos.
¿Qué reacciones hubo al festival de este jueves en la esfera política?
Hug Evans: Hablamos con el presidente de Argentina, Mauricio Macri, con el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a través de nuestros canales, y en el lapso de 48 horas tuvimos respuestas. Trudeau, por ejemplo, dijo que anunciaría inversiones en política de salud.
Carolin Albrecht, usted trabaja para Global Citizen en Alemania. ¿Qué recepción tiene la iniciativa en este país?
Carolin Albrecht: Para los políticos alemanes es algo bastante nuevo. Los políticos tienen diferentes grados de actividad en las redes sociales… La canciller Angela Merkel hizo un video para Global Citizen. Estamos satisfechos con las reacciones. Ahora se trata de que también se pongan en práctica medidas concretas.
¿Qué ejemplo exitoso de su labor nos puede contar?
Hug Evans: Hace un par de años emprendimos una campaña en twitter y exhortamos al gobierno noruego a incrementar el gasto en educación a nivel mundial. Los colaboradores de la primera ministra noruega Erna Solberg nos llamaron y dijeron: "Estamos en medio de una campaña electoral y ya no podemos ver los tuits de los votantes noruegos porque hay tantos tuits de gente de Global Citizen. ¿Podrían suspender por favor su campaña?” Les respondimos: "Lo haremos, si aceptan comprometerse”. Luego me reuní con Erna Solberg en Oslo y ella prometió que Noruega duplicaría en el lapso de tres años en gasto para educación en el mundo. Eso ocurrió hace tres años, y ella cumplió su palabra. Noruega es ahora uno de los países que más aporta a la educación mundial.
¿Cómo consigue Global Citizen convencer a tantos músicos conocidos para que se presenten en un festival como el de Hamburgo?
Carolin Albrecht: Tenemos la gran ventaja de que Global Citizen ya ha trabajado con casi todos los grandes artistas del ámbito musical. Por ejemplo Chris Martin, de Coldplay, es uno de nuestros embajadores. El se ha comprometido a colaborar con nosotros durante los próximos 15 años. Y él contacta a otros músicos.