Gioconda Belli: "Trump será un huracán de cambios"
23 de enero de 2017DW: Estando casada con un hombre estadounidense y habiendo vivido más de 20 años en Estados Unidos, ¿qué siente ahora con respecto a ese país?
Gioconda Belli: Estoy horrorizada con la llegada de Donald Trump, me parece que va a ser una tormenta, un huracán de cambios. Quién sabe si esa democracia que todos hemos admirado de una u otra manera va a resistir este cambio. Estoy preocupada no solo por Estados Unidos, sino por todo el mundo. Estados Unidos ha tenido un peso importantísimo en la balanza del poder mundial y ahora, con una persona como Donald Trump al mando, una persona que es impredecible, que desconoce la situación del mundo en su profundidad, vamos a tener decisiones que nos van a afectar en muchos aspectos. Es como si de pronto se tuviese a un niño agresivo e infantil al mando del país más poderoso del mundo.
Todos mis amigos en EE. UU., mis amigos progresistas, pero también amigos "de las dos costas", es decir la gente que ha sostenido la democracia de EE. UU., están muy preocupados. Yo estoy muy preocupada por lo que pueda significar Donald Trump para América Latina y para el resto del mundo.
¿Qué significa Donald Trump para América Latina?
Nosotros estamos, al igual que el resto del mundo, en una situación de incertidumbre porque esta persona es muy impulsiva y no tiene una vista clara excepto en el tema de los inmigrantes. Definitivamente va a haber un endurecimiento general respecto a las posibilidades de las personas que pretenden inmigrar a EE. UU.
¿Qué pasará con los miles de inmigrantes ilegales que serán deportados a Centroamérica?
Será una situación muy peligrosa. El gran problema de violencia que tiene El Salvador actualmente es precisamente porque, ya en los años 90, fue deportada una gran cantidad de jóvenes salvadoreños de EE. UU. a su país de origen. Muchos de los jóvenes vivían en Los Ángeles. Fue entonces cuando se empezaron a formar las bandas criminales llamadas "maras", que han estado asolando a El Salvador y han convertido al país en uno de los más violentos y peligrosos del mundo. Y eso fue precisamente una consecuencia de aquellas deportaciones.
¿Cómo va a afectar esto la literatura latinoamericana?
Creo que vamos a ver la emergencia de una serie de novelas y publicaciones de migrantes, sobre cuál es la experiencia migratoria. Porque realmente va a ser una de las caracaterísticas de este siglo: los movimientos migratorios. Y lo teníamos previsto desde hace mucho tiempo. Esto iba a suceder en cualquier momento. Porque la diferencia entre el mundo desarrollado y el mundo llamado "subdesarrollado" es enorme, tanto que se sabía que la gente iba a tener que migrar para poder subsistir.
Ahora Occidente está pagando el precio del imperialismo del pasado, de las colonizaciones y de la falta de compasión que se tuvo con esos países, que ahora están sumidos en situaciones de hambre, de guerra, etc. Casi todos son excolonias. Regiones que fueron divididas como quisieron los colonizadores, también en el caso de Medio Oriente y África. Creo que era invitable que sucediera lo que estamos a punto de vivir. Necesitamos una reeducación para cambiar la perspectiva hacia un mundo sin fronteras. Un mundo donde todos tenemos que sobrevivir a partir de nuevas relaciones humanas, nuevas relaciones económicas. Es necesaria una manera de gobernar más global.
En sus novelas las protagonistas femeninas juegan un rol esencial también en el ámbito político y social. ¿Se espera que esta nueva constelación fortalezca a este tipo de mujeres?
Yo creo que hay una gran emergencia de mujeres líderes y que las mujeres ya están tomando roles mucho más improtantes en el mundo. Creo que eso va a significar un gran cambio. Pero poco a poco, porque también es cierto que las mujeres al llegar al poder de alguna manera se masculinizan, para darle grarantías a los hombres y a los ciudadanos que no confían en el liderazgo de las mujeres (femeninas) por los prejuicios que tienen. Pero eso va a ir cambiando. Las mujeres están cada vez más presentes en la política.
Hay un gran reto en este momento también para el discurso feminista que va a tener que cambiar. Se está hablando de un feminismo diferente. Tenemos que pensar en una reorganización del mundo laboral para que no siga habiendo una contradicción para las mujeres entre la familia y el trabajo.
¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando escucha Alemania?
¡Angela Merkel! Me parece que juega un papel extraordinario en Alemania y en Europa. Ella fue la primera mujer que gobernó con un sentimiento maternal y femenino, por ejemplo en realción al drama de los refugiados que llegan a Europa. Eso le ha costado mucho políticamente hablando, pero fue una demostración de una política diferente. Una política que tuvo más interés por lo humano que por lo político o lo económico. Fue una política más motivada por la necesidad humana. Creo que Angela Merkel es la mujer más poderosa del mundo en este momento y que juega un papel muy importante en la política internacional. Tengo un libro que se llama "El País de las Mujeres" con un personaje femenino muy fuerte, y Angela Merkel tiene rasgos de esa protagonista. Rasgos femeninos, humanos, de empatía, que pone por delante de otros intereses. Pero también la caracteriza una fuerza, porque esa es mi idea de lo que es la mujer: ¡la mujer es fuerte! Y eso ha tenido un gran eco en América Latina, me alegra mucho ver cómo las mujeres se ven fortalecidas con estos personajes y se entusiasman con la nueva imágen de las mujeres.