Ganadores y perdedores en Afganistán
21 de agosto de 2009La Stampa, de Turín: “Todavía no está claro qué candidato ganó estas elecciones, pero ya podemos presentar una lista de los triunfadores y perdedores de esta tan esperada como temida jornada electoral en Afganistán. Perdieron los talibanes y los señores de la guerra. Ganó el pueblo afgano y la coalición internacional. Pese a las belicosas declaraciones talibanes de los últimos días y a la ola de sanguinarios y cobardes atentados del pasado mes, (...) la concurrencia a las urnas supera a las más optimistas expectativas. Como había ocurrido ya en Irak cuando se llevaron a cabo las primeras elecciones pese a las amenazas de Al Qaeda y los rebeldes, el pueblo optó por los comicios.”
El rostro de los talibanes
De Volkskrant, de Holanda: “Pese a todos los problemas de estos comicios, está claro que los afganos tienen un gran interés por influir mediante su voto en el gobierno de su país y sus provincias. (...) Pese a todas las dudas en torno a la legitimidad, se sabe con absoluta seguridad cuál habría sido la alternativa. Los talibanes la presentaron claramente: que no hiera comicios. Ellos dejaron al descubierto su verdadero rostro, el de una fuerza antidemocrática, que hace explotar locales de votación y siembra el terror entre los electores. Su alternativa es la de un poder fundamentalista que proviene de las armas”.
Período peligroso
Le Figaro, de París: “La elección presidencial en Afganistán no basta para hacer de ese país una democracia según la entendemos nosotros. Tampoco es un signo de la derrota de los talibanes. La inseguridad de la situación militar y los errores del gobierno de Karsai hacen de los comicios y el tiempo posterior un período peligroso. No obstante, la elección es importante porque dota a las instituciones de gobierno de una legitimidad que es la única garantía de estabilidad política. A la espera de los resultados, y en caso de que sea necesaria una segunda vuelta electoral, las próximas semanas son amenazadoras. El enemigo no está todavía en Kabul, pero acecha en la sombra y espera el fracaso de los esfuerzos por convertir a Afganistán en un Estado en condiciones de funcionar”.
Elecciones imprescindibles
Frankfurter Rundschau, de Fráncfort del Meno: “No sólo el terrorismo ensombreció estas elecciones. Los reproches de masivos fraudes no cesan. (...) No obstante, sería un error descalificar estos comicios tildándolos de farsa. De facto, el país vivió una inusualmente vital campaña electoral, en la que sobre todo afganos jóvenes discutieron sobre los candidatos, la corrupción y el desempleo. Y eso da esperanzas: Afganistán necesita un gobierno por lo menos mínimamente legitimado, para poder enfrentar los enormes problemas. Y eso sólo pueden conseguirlo las elecciones, por mucho que no difieran de los parámetros occidentales”.
ERS/dpa/afp
Editor: José Ospina