Günter Grass matiza sus palabras
7 de abril de 2012En una entrevista publicada este sábado (07.04.2012) en el periódico Süddeutsche Zeitung –el mismo en cuyas páginas viera la luz hace unos días la versión original en alemán del poema “Lo que hay que decir”- , Günter Grass matiza que no debiera haberse referido a Israel, sino en concreto al Gobierno israelí. “Debiera haber evitado utilizar “Israel” como concepto general, para dejar bien claro que en realidad me refería a su actual Gobierno, encabezado por Benjamin Netanyahu.”
El escritor puso nuevamente de manifiesto su simpatía por Israel, aunque mostró preocupación por su evolución en el futuro. Los asentamientos continúan y “el país tiene cada vez más enemigos, por lo que irá estando cada vez más aislado” , dice Grass. Netayanhu es precisamente uno de los críticos más duros con el texto del escritor alemán, en el se señala que la política israelí hacia Irán pone en peligro la paz mundial. El primer ministro israelí acusó en las últimas horas a Grass de dar la vuelta a los hechos: no es su país, sino Irán quien hace peligrar la paz en el mundo.
“Mientras se dialoga, no se dispara”
En una entrevista concedida a la televisión alemana 3Sat, el escritor dijo que era un deber apoyar a Israel también de forma crítica. En ese punto, Grass citó unas palabras del canciller Willy Brandt en los tiempos de la Guerra Fría, en las que el antiguo dirigente defendía la importancia del diálogo: “Mientras se habla, no se dispara”.
Un ataque preventivo contra Irán podría desencadenar la Tercera Guerra Mundial, advirtió Grass: “No es sencillo llevar a cabo una acción militar a pequeña escala. No se trataría de lanzar solo un par de misiles, provocando pocas víctimas mortales, tal y como afirman los señores Obama y Netanyahu. Sería una acción militar con consecuencias. La situación se agravaría y tendría que haber más acciones militares.”
“Hostilidad sin parangón”
Günter Grass parece herido con la crítica masiva hacia su poema. Se siente en el punto de mira de la prensa alemana que, según él, va de la mano de Israel, por lo que no cree haber recibido ninguna crítica objetiva. Grass afirmó en una entrevista concedida a la emisora NDR que ya había contado con que se le tachara de antisemita: “Los viejos clichés afloran. Era de suponer que se me volviera a calificar de antisemita”.
Grass ha tratado ampliamente el pasado alemán en sus novelas, tal y como recalcó en sus declaraciones: "En mis libros El tambor de hojalata y Pelando la cebolla hice patente la carga de culpa y la responsabilidad de mi generación por los crímenes cometidos por Alemania en el pasado. Por ese motivo, que me acusen de antisemita me parece de un odio sin parangón”.
“Reparación equivocada”
Grass se mantiene firme en su crítica al Gobierno alemán. Considera que el suministro y cofinanciación de sumergibles alemanes a Israel es “una reparación equivocada”. Tres de estos submarinos ya están en funcionamiento y dos más están por llegar este año. En marzo de 2012 se acordó proveer a Israel de un sexto, del que Alemania pagará un tercio de su valor. Estos submarinos pueden ir provistos tanto como con misiles convencionales como con cabezas nucleares. Según Günter Grass, de esta manera “Alemania se corresponsabiliza de los actos israelíes.”
El periodista e historiador Tom Segev, de Jerusalén, piensa que el poema es una obra “terriblemente fatua” y “vergonzosa”, con la que Grass contribuye a hacer un tabú del tema. En ese sentido, existe desde hace años en Israel un activo debate sobre la amenaza nuclear que supone Irán y el potencial nuclear de Israel. Al igual que Netanyahu, Segev opina que la comparación que Grass realiza entre ambos países invierte la realidad: “Israel nunca tuvo intención de destruir ningún país”.
El historiador Tom Segev: “Grass no es antisemita“
Tom Segev opina que Grass no es ni antisemita ni antiisraelí: “Es legítimo –también en Alemania- criticar a Israel. A veces es incluso necesario. Para el pueblo palestino oprimido, la crítica procedente del exterior es muy importante. En todos los países, los derechos humanos solo pueden defenderse verdaderamente desde fuera", dice Segev.
Tom Segev visitó personalmente a Grass hace unos pocos meses y desea al escritor que aproveche para una novela “las últimas gotas de su tinta“, citando un verso del polémico poema.
Autora: Claudia Hennen/MS
Editora: Claudia Herrera Pahl