Cuando era niña, Lourdes Aquije practicaba karate. Tenía talento y ya había comenzado a destacarse. Soñaba con representar a su país, Perú, en un campeonato internacional. Pero su salud empezó a deteriorarse. Pasaron varios meses de incertidumbre hasta que le diagnosticaron lupus. Esta enfermedad poco común cambió su vida y truncó sus sueños. Dejó las actividades extraescolares que realizaba y se sometió a tratamientos, consultas diversas y a períodos de hospitalización. Con trece años perdió la visión como consecuencia de las secuelas de la misma enfermedad y del tratamiento de fármacos que recibía. Con el apoyo de su familia, en especial de su mamá, sale adelante. Termina la escuela, ingresa en la universidad y reanuda la actividad deportiva. Con tanto entusiasmo y disciplina que cumple el sueño que parecía haberse esfumado para siempre: en 2018 participa en el primer campeonato internacional en Barranquilla, Colombia, representando a su país.