"A los ocho años me di cuenta que era muxe”, cuenta Joseline Sosa. Sus hermanos la maltrataban. Escapó de su casa y su madre la metió en un internado de varones donde sufrió todo tipo de violencia. "Hablan mucho de lo muxe, pero lo maquillan, es romantizado”. Las personas muxe no tienen acceso a la educación y esto limita sus oportunidades laborales. La esperanza de vida de una mujer muxe es de 30 años, dice, entre otras causas por los crímenes de odio de los que son objeto -que quedan impunes. Estos son los temas que la dramaturga muxe Alex Orozco denuncia en sus obras de teatro. Renunció al rol tradicional que le asignaba la comunidad y quiso ser actriz. Contra las expectativas de su entorno, Alex lo logra: en 2019 es nominada al premio Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro como Revelación Femenina. Joseline desde el activismo y Alex desde el escenario, hacen frente a la compleja realidad muxe y denuncian la homofobia que condena a su comunidad a la precariedad y al olvido.