Su papá tenía otra faceta. Ella no la conocía. Ese papá ejemplar y cariñoso, fuera de casa era un torturador, un asesino. Durante la dictadura militar argentina (1976 - 1983). Esto lo vivió la maestra y psicóloga argentina Analía Kalinec, fundadora de la agrupación Historias Desobedientes. Se enfrentó a su familia por no callar, pero encontró a más personas valientes como ella. Hijas, hijos y familiares de criminales de lesa humanidad dispuestos a luchar por la memoria, la verdad y la justicia. Algo similar le ocurrió a la cineasta chilena Lissette Orozco. El profundo vínculo emocional que desde niña la une a su tía favorita le permite ir conociendo las rincones más oscuros de la personalidad de uno de sus seres más queridos. Su tía trabajó para una brigada de exterminio de la policía secreta chilena. Recopila las grabaciones de charlas con su tía. Años más tarde presenta el documental El Pacto de Adriana. Dos mujeres y su lucha por la verdad. Para que su historia no se repita jamás.