Frácfort, puente hacia el este
15 de diciembre de 2010Quien desconozca la historia de Francfort del Oder y recorra por primera vez sus calles, probablemente se extrañe al percatarse de la cantidad de edificios nuevos que definen la silueta de la ciudad. Pero es que, exceptuando la Iglesia de Santa María, la sede del ayuntamiento y un antiguo convento, la mayoría de sus grandes construcciones históricas fueron destruidas durante la Segunda Guerra Mundial. Colonias de bloques de cemento rodean a Fráncfort y la marcan con la estética de los años setenta. El contraste lo proporcionan el céntrico Lennépark y la orilla del río Oder –en la frontera con Polonia– con prados que incitan a la contemplación.
Escenario de un intercambio cultural activ
Dos países, dos ciudades, un lugar. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial y tras la firma del Tratado de Potsdam, Fráncfort pasó a ser ciudad fronteriza y su vecina –la que en otro tiempo fuera conocida como Dammvorstadt– se convirtió en la ciudad polaca de Slubice. El artista Michael Kurzwelly, residente en Fráncfort del Oder, acuñó el término “Slubfurt” fusionando en alemán los nombres de Slubice y Francfort; con esta simbiosis textual articuló el sueño de un espacio urbano transcultural. Asociaciones y proyectos artísticos diversos conciben e impulsan esa difuminación de fronteras como parte de la filosofía de “vivir en el mundo”, porque Fráncfort del Oder siempre fue la conexión directa con Polonia y los países del este de Europa; si se viaja en tren de Berlín a Varsovia, se pasa por la ciudad universitaria más oriental de Alemania. No sólo los cigarrillos baratos o la curiosidad por la otra cultura ha hecho que aumente el número de personas que cruzan la frontera hacia Polonia – y ese número ha crecido de manera constante desde la reunificación alemana. También la Universidad Europea Viadrina, con sede en ambas ciudades y fundada en 1991, ha jugado un rol relevante; ella es un punto neurálgico a nivel cultural e imán que atrae a jóvenes de todo el mundo.
El destino de las zona periféricas
Al sur de la ciudad se hallan los idílicos paisajes de prados, bosques y lagos de Brandeburgo. En el norte se extienden los espacios fascinantes de Oderbruch y Helenesee. No obstante, Francfort se encuentra siempre a la sombra de la capital, que está a tan sólo una hora en tren. Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, el número de sus habitantes se ha reducido en más de una cuarta parte debido al alto índice de desempleo y la baja tasa de natalidad. Alrededor de 60.000 personas viven hoy en Fráncfort del Oder.
Autor: Ronny Arnold