Frida Kahlo y la influencia de su padre alemán
17 de junio de 2018Si bien el legado de Frida Kahlo está profundamente arraigado en la historia cultural de México, para muchos resulta sorpresivo que la mitad de las raíces de Kahlo se remonten a Alemania, donde nació su padre. Guillermo, como se autodenominó una vez en México, jugó un papel enorme en inspirar su creatividad antes de que ella se convirtiera en una artista de renombre internacional.
La exposición "Frida Kahlo: Making Her Self Up", inaugurada en el Victoria and Albert Museum de Londres este 16 de junio, explora cómo la icónica artista construyó su identidad a través de sus pertenencias personales, como su ropa, sus cosméticos, sus fotos y su colección de objetos de arte. Entre los más de 200 objetos expuestos se pueden apreciar también fotos tomadas por su padre, como un álbum de iglesias.
Carl Wilhelm Kahlo se convierte en Guillermo
Nacido en 1871 en Pforzheim, Alemania, Carl Wilhelm Kahlo llegó a México a la edad de 19 años. Cuando su madre murió, el padre de Kahlo se volvió a casar. El joven no se llevaba bien con su madrastra. Como la familia tenía suficiente dinero para vivir cómodamente, su padre le brindó apoyo financiero para navegar a México en busca de nuevas oportunidades. Kahlo nunca regresó a su Alemania natal, americanizó su nombre a Guillermo, y conservó el acento alemán durante toda su vida.
Kahlo pasó el comienzo de su tiempo en México trabajando para otros alemanes. Después de la muerte de su primera esposa, se volvió a casar con Matilde Calderón. Ella fue quien lo persuadió a tomar la fotografía, la profesión de su padre. Kahlo se hizo conocido por sus imágenes de "paisajes, edificios, interiores", tal como figura en su tarjeta de visita.
Para 1904, Kahlo había establecido su carrera y había comprado tierras en Coyoacán, en las afueras de Ciudad de México. En ese momento, Guillermo y Matilde ya habían tenido dos hijas, y en los años venideros, en 1907, llegaría Frida.
"Guillermo Kahlo estableció su estudio fotográfico en la Ciudad de México a fines de la década de 1890, y (Frida) Kahlo, de niña, lo ayudó en su cuarto oscuro y lo acompañó en tareas fotográficas", dijo a DW Ana Baeza Ruiz, investigadora del Victoria and Albert Museum.
Desarrollar conciencia de su imagen
"Desde una edad muy temprana, Kahlo aprendió a posar para la cámara, a menudo mirando directamente a ella con su desafío característico. Esta conciencia del espectador, a través del ojo de la cámara, pero también de su propio reflejo, marca el comienzo de su imagen", señaló Ruiz. "Más tarde da forma a esta imagen a través de su elección de ropa y su pintura, especialmente en sus autorretratos, ambos impulsados por sus compromisos culturales y políticos", añadió.
La evidencia de la imagen en desarrollo de Frida se puede ver en un retrato familiar tomado por Guillermo cuando Frida tenía 17 años, donde se la ve con un traje de hombre.
"Es difícil saber exactamente cómo el padre de Kahlo impactó su elección a la hora de vestir, pero ciertamente no era habitual que una mujer se pusiera ropa de hombre, lo que habría desafiado las convenciones de moda de su época", afirmó Ruiz. "Kahlo no temía ir a contracorriente. De hecho, parece haberlo apreciado; una característica que probablemente compartió con su padre. Según una inscripción posterior en la fotografía, el traje que lleva pudo haber sido de él", agregó.
Un lazo profundo
Según los historiadores, Frida era la hija favorita de Guillermo, ya que tanto él como ella padecieron de difíciles enfermedades. Guillermo, que sufrió de epilepsia durante 60 años, cuidó especialmente de Frida durante sus dos períodos particularmente difíciles de convalecencia. El sufrimiento por el que ambos tuvieron que pasar y el consuelo que se dieron entre sí profundizaron su intimidad.
A la edad de seis años, Frida contrajo poliomielitis, que dejó una de sus piernas más pequeña que la otra. A pesar de las circunstancias, Guillermo la alentó a mantenerse activa y practicar deportes.
Más tarde, cuando Frida tenía 18 años, un accidente de tranvía la dejó con heridas en la columna vertebral y clavícula, además de laceraciones en la cadera y la pelvis. Frida estuvo postrada en cama durante meses, y las repercusiones emocionales y físicas perduraron a lo largo de su vida. Guillermo persuadió a Frida a pintar y ella canalizó sus días de recuperación hacia la creatividad. Inversamente, cuando Guillermo tuvo ataques epilépticos, Frida fue quien cuidó de él.
Sus autorretratos y sus fotos
El impacto de Guillermo en la visión artística de Frida también se destaca a través de la exposición. Por ejemplo, en un dibujo sin terminar, Kahlo esbozó la silueta de tres versiones de sí misma basadas en tres fotografías, con al menos dos de ellas tomadas por Guillermo Kahlo entre 1913 y 1926.
"(Frida) Kahlo capta aquí la transición de la niñez a la juventud temprana, mostrando su fascinación por su imagen hecha a sí misma, pero también está rastreando su relación con la cámara, su padre y el espectador", aseguró Ruiz. Las fotografías se muestran junto con el dibujo, lo que permite a los visitantes observar esto directamente por sí mismos.
Quizás la última expresión del afecto de Frida por su padre es la pintura "Retrato de mi padre": Frida pintó a Guillermo 10 años después de su muerte con su cámara, "enfatizando su oficio como trabajo intelectual y técnico", apuntó Ruiz.
En la dedicatoria en la parte inferior, Frida describe su naturaleza como "generosa, inteligente y educada", un tributo brillante a la impresión duradera que dejó en ella.
Autora: Sabrina Cooper (FEW/RRR).
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |