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Francisco pide paz en Colombia en su mensaje de Navidad

25 de diciembre de 2015

Ante miles de personas en la plaza de San Pedro, y bajo fuertes medidas de seguridad, Jorge Mario Bergoglio recordó a todos los que sufren en estas fechas.

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Imagen: Reuters/A. Bianchi

Miles de personas presenciaron en la plaza de San Pedro este viernes (25.12.2015) el discurso de Navidad del papa Francisco, en el que el pontífice católico hizo un llamado a la paz en el mundo y a tratar con dignidad a los refugiados. Asimismo, condenó los ataques terroristas cometidos en París, Egipto, Bamako, Túnez y Beirut y criticó con dureza la destrucción del patrimonio de la humanidad, en un claro mensaje dirigido a las huestes de Daesh (Estado Islámico).

Francisco puso como ejemplo la situación que se vive precisamente en el lugar donde Jesús vino al mundo. “Que los israelíes y los palestinos vuelvan a dialogar los unos con los otros y a alcanzar un acuerdo que permita a los dos pueblos convivir en armonía”, pidió Jorge Mario Bergoglio, que también dijo tener esperanzas en que pronto “la amenaza de las armas” llegará a su fin en Siria. Pidió también apoyo para conseguir un gobierno de unidad en libia.

El primer papa sudamericano no olvidó a su región y pidió paz para Colombia, donde el gobierno y la guerrilla de las FARC avanzan hacia un acuerdo duradero. “Que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz”. El mensaje del papa desde la logia de la basílica y su bendición “urbi et orbi” (a la ciudad y al mundo) son un momento culminante de la Navidad cristiana.

“Dignidad humana”

En medio de fuertes medidas de seguridad, la ceremonia se realizó con absoluta normalidad. Su mensaje fue también un llamado para que la comunidad internacional “ponga su atención de manera unánime” para que “cesen las atrocidades” en Irak, Yemen y en el África subsahariana y pidió la paz en República Democrática del Congo, Burundi y Sudán del Sur. Además, imploró “consuelo y fuerza” para todos los que son “perseguidos por causa de su fe en distintas partes del mundo" que son “nuestros actuales mártires”.

Tras bendecir a los gobiernos y personas que ayudan a los migrantes y refugiados, el papa afirmó que “donde nace Dios, nace la esperanza y donde nace la esperanza, las personas encuentran la dignidad”, pero “todavía hoy muchos hombres y mujeres son privados de su dignidad humana”. Entre ellos, Francisco habló de los niños soldados, de las mujeres que padecen violencia, de las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico y también recordó a los refugiados que huyen de la guerra y a las personas sin trabajo.

DZC (EFE, dpa, Reuters, AP)