Foto del Año de Unicef documenta estragos del “agente naranja”
17 de diciembre de 2010El retrato de una niña vietnamita le valió al fotógrafo estadounidense Ed Kashi el galardón a la Foto del Año otorgado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La imagen “demuestra de una manera impactante que las guerras siguen teniendo consecuencias terribles para los niños incluso años después de haber acabado”, dijo la patrocinadora de Unicef en Alemania, Bettina Wulff, al anunciar el premio anual en Berlín este viernes (17.12.2010).
“La foto de la pequeña Nguyen Thi Ly es un llamado a no olvidar aquella catástrofe”, agregó Wulff, esposa del presidente federal de Alemania, aludiendo a los estragos humanitarios causados por la Guerra de Vietnam. Nguyen Thi Ly tiene apenas nueve años, pero la deformación de su rostro es una de las secuelas de los agentes tóxicos usados por Estados Unidos durante el conflicto que se extendió entre los años 1964 y 1975.
El legado de la guerra
El producto en cuestión, conocido como “agente naranja”, deterioró el legado genético de miles de personas expuestas a sus componentes durante los ataques estadounidenses; los efectos se han hecho evidentes en las malformaciones que afligen a la descendencia de la población vietnamita. Según la agencia de la ONU para la infancia, sólo en la antigua base estadounidense de Da Nang hay 16.000 niños con discapacidades, y eso 35 años después de terminada la contienda.
En una entrevista concecida al semanario alemán Der Spiegel, Kashi explicó que, desde sus aviones, los militares estadounidenses lanzaron el defoliante sobre la selva vietnamita para facilitar la búsqueda y captura de la guerrilla que les ofrecía resistencia. “De esa manera envenenaron extensas superficies de tierra, sin preocuparse por las consecuencias que eso pudiera tener”, agregó Kashi. “Unos 150.000 niños sufren hoy bajo los efectos del agente naranja”.
Otras fotos del alto impacto
El segundo premio a la Foto del Año de Unicef fue para el iraní Mayid Aeedi por retratar a la pequeña Mina, de seis años, jugando en Afganistán con la mano postiza del hermano de una amiga. GMB Akash, de Bangladesh, ganó el tercer lugar al documentar la situación de las niñas prostituidas en su país, donde se les suministran esteroides perjudiciales para la salud con miras a que adquieran un aspecto más maduro y esbelto, explicó UNICEF.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa
Editor: Enrique López