Nueva Ruta de la Seda: China promete y la UE desconfía
26 de abril de 2019Desde el 25 hasta el 27 de abril se celebra el segundo Foro sobre la Nueva Ruta de la Seda en Pekín. A la cita han acudido 37 gobernantes, incluido el presidente ruso Vladimir Putin. La "Nueva Ruta de la Seda" es la joya de la política exterior china. El país quiere desarrollar una nueva red comercial entre Asia, África y Europa. Para ello, promete inversión y desarrollo para los países involucrados. Sin embargo, los críticos de este megaproyecto acusan al liderazgo chino de que la ruta se trata, en realidad, de una calle de sentido único para el beneficio de China. Alemania y Europa, por su parte, están buscando una estrategia para lidiar con la "Nueva Ruta de la Seda".
"Resultados fructíferos”
El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, se mostró más que satisfecho con este nuevo proyecto: "De hecho, los proyectos y colaboraciones de la Nueva Ruta de la Seda de los últimos seis años han sido fructíferos, ya que algunos países han construido su primer puente sobre el mar o la primera autopista, mientras que otros, en el marco de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, han construido un puerto y con ello, un acceso al mar”.
China quiere crear una nueva red comercial entre Asia, África y Europa mediante la financiación de nuevos puertos, ferrocarriles, carreteras y parques industriales en el extranjero. La promesa a los países es siempre la misma: inversión y desarrollo económico. Los críticos advierten sobre una posible globalización con sello chino. Hasta ahora, sobre todo las compañías de ese país son las que se han beneficiado: el 90 por ciento de todos los proyectos de la iniciativa ha recaído en compañías chinas.
¿Quiénes se benefician?
Además, está utilizando sus préstamos para atraer a los países más pequeños y los hacen caer en la trampa del endeudamiento, advierte Jörg Wuttke, expresidente de la Cámara de Comercio de la UE en China. Pone como ejemplo una carretera financiada con créditos chinos. "Luego la construyen, como en Montenegro, a 20 millones de dólares por kilómetro. Y al final supone el 40% del PIB de dicho país. Montenegro no será nunca capaz de reembolsar dicha cantidad. Y entonces estará tan endeudado que la pregunta será: ¿Qué hará China con el moroso Montenegro?”
Esa es la razón por la que muchos países siguen siendo escépticos. Alemania, Francia y Gran Bretaña hasta ahora no han firmado ningún documento sobre la "Nueva Ruta de la Seda". Están muy preocupados de que la transparencia, las ofertas justas y las normas comerciales se puedan quedar por el camino.
Dentro de la Unión Europea no existe, en la actualidad, una estrategia única sobre cómo lidiar con la "Nueva Ruta de la Seda". Italia se unió al megaproyecto como el primer país del G7 a fines de marzo y fue, en parte, criticado por otros socios de la UE. Jörg Wuttke cree que es una actitud un poco exagerada. "La pregunta es naturalmente por qué un país miembro de la UE se sale del bloque cuando, en realidad, se podría decir que la Comisión de la UE los representa a todos al mismo tiempo”.
El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, participa también en la cumbre. Este declaró que para Alemania todo depende de si los proyectos cumplen con los estándares internacionales.
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