Fillon protagoniza acto multitudinario en París
5 de marzo de 2017El aspirante conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, encabezó un multitudinario acto en París con el que intentó enviar una señal de fuerza para mantener su candidatura, en medio de un escándalo que le ha granjeado numerosas críticas en sus propias filas. Fillon se dirigió precisamente a sus detractores más cercanos para tildarlos de "desertores", después de que en los últimos días muchos pidieran su dimisión y reemplazo por otro candidato.
Fillon apeló a su partido, Los Republicanos, a hacer uso de la responsabilidad política y hacer un "análisis de conciencia", según dijo entre continuas interrupciones de sus seguidores al grito de "Fillon presidente" o "Ganaremos". "¿Permitirán que los intereses de agrupaciones, luchas de poder y segundas intenciones de todo tipo se impongan a la grandeza y coherencia de un programa compartido por millones de electores?", apuntó. El lunes (6.3.2017), la cúpula de su partido se reunirá para analizar la situación.
Sin embargo, esta vez no habló de "llegar hasta el final" o de "no abandonar". Fillon evitó también nuevas críticas a la Justicia y dijo que aún no ha perdido su fe en el sistema judicial del país. Fillon destacó su programa electoral y apostó por la necesidad de reformar el país. Unas 200.000 personas acudieron al llamamiento de apoyo a Fillon cerca de la Torre Eiffel de París, según los organizadores, aunque la emisora BFMTV los cifró en entre 35.000 y 40.000, citando fuentes de la policía.
La campaña de Fillon se ha visto empañada por las sospechas del trabajo desempeñado por su mujer como su asesora en el Parlamento a costes de las arcas públicas. Contratar a familiares no es ilegal en Francia, pero la Justicia investiga si se trató de un empleo ficticio y si realmente realizó algún trabajo para su marido. Fillon niega las acusaciones, pero ha sido citado ante el juez de instrucción a mediados de marzo, lo que parece indicar la apertura de un proceso.
El candidato reconoció una vez más que emplear a su esposa fue un error. "No debí hacerlo", señaló ante su mujer Penelope Fillon. La propia Penelope ya había hablado en una entrevista con el dominical "Journal du Dimanch", en la que aseguró que sí trabajo para su marido, desempeñando "múltiples tareas". Se encargaba, dijo, de gestionar el correo de su marido, de tomar notas para los actos en su circunscripción electoral, así como de preparar el repaso a la prensa. "Necesitaba a alguien que asumiese todas esas tareas diversas y si no hubiese sido yo, habría pagado a otra persona", señaló.
Sin embargo, importantes figuras del campo conservador siguieron aumentando la presión. "Me niego a llevar a nuestros seguidores y electores al suicidio colectivo", dijo el político regional Christian Estrosi a la emisora BFMTV, al tiempo que anunció una "iniciativa". También el ex presidente Nicolas Sarkozy y el ex primer ministro Alain Juppé hablaron el sábado (4.3.2017) sobre posibles "salidas de la crisis", informaron medios franceses. Juppé ha sido considerado en varias ocasiones un posible sustituto de Fillon en la candidatura.
El diario "Libération" calcula que más de 250 políticos de los Republicanos y sus aliados y miembros del equipo electoral de Fillon le retiraron el apoyo. Incluso su jefe de campaña ha presentado su dimisión. Los franceses elegirán a su nuevo presidente en las elecciones convocadas el 23 de abril. La segunda vuelta está prevista el 7 de mayo. Fillon vio caer su apoyo en las últimas semanas tras el escándalo. Los sondeos sitúan actualmente al frente a la candidata de la derecha populista Marine Le Pen y al liberal Emmanuel Macron. (dpa)