Filarmónica del Elba: arquitectura para la música
La erección de la sede de la Filarmónica del Elba en Hamburgo duró siete años más de lo planeado, pero este miércoles (11.1.2017) se inaugura oficialmente la gran sala sinfónica de ese singular templo de la música.
Nuevo símbolo de Hamburgo
La Filarmónica del Elba combina un histórico depósito de café y cacao con una valiente estructura de vidrio que parece flotar en el aire. Las placas de vidrio están sujetas con 362 muelles de acero. La sala de conciertos está desacoplada del resto de la construcción, por lo que el ruido del puerto no puede penetrar.
Techo ondulado
Lo más llamativo en el nuevo edificio es su cubierta ondulada, una referencia a la ubicación en el puerto -y a las ondas sonoras. Hamburgo se enorgullece de su historia musical: el joven Georg Friedrich Händel dirigió sus obras en la Oper am Gänsemarkt, y Johannes Brahms nació aquí.
Leitmotiv: el oleaje del río Elba
Las emblemáticas curvas del techo de la Elbphilharmonie son ubicuas también puertas adentro; saltan a la vista en las terrazas y los ventanales de los 45 apartamentos de lujo que alberga el enorme edificio.
La plaza
La plaza, accesible para todos, está a una altura de 37 metros. El exterior de la plaza ofrece una vista panorámica de la ciudad. Desde aquí se puede llegar a dos salas de conciertos, un restaurante y un hotel con 250 habitaciones. La torre también aloja 45 apartamentos de lujo.
Un proceso accidentado
Las obras de construcción comenzaron en 2007. La primera misión: sanear la infraestructura de un histórico depósito del puerto de Hamburgo conocido como el Zócalo de Ladrillos Rojos, donde alguna vez se llegaron a almacenar toneladas de café y tabaco. Ese fue el principio de la accidentada historia de la Elbphilharmonie: sólo en el año 2011 se registraron cuatro mil errores de construcción.
La historia sin fin
Hubo tiempos en que los constructores trabajaron día y noche para terminar la sede de la Filarmónica del Elba. Ella debía haber sido inaugurada en 2010 y costado 77 millones de euros, diez veces menos de lo que al final se ha pagado por ella. Se dice que los contribuyentes de Hamburgo recuperarán parte de ese dinero gracias a los aportes hechos por otros inversionistas.
Atracción turística
Ya durante su construcción, unas 30 mil personas visitaban las obras, cada año. Para Christoph Lieben-Seutter, director de la Elbphilharmonie, "las cosas buenas se hacen esperar".
Los arquitectos
Los arquitectos suizos Pierre de Meuron (foto) y Jacques Herzog siempre tuvieron una visión, a pesar de los problemas de comunicación con la empresa constructora Hochtief.
Una controvertida política cultural
Cuando se dispararon los costos de la sede de la Filarmónica del Elba, la ciudad de Hamburgo elevó los precios de las guarderías infantiles y cerró transitoriamente uno de sus museos más importantes para compensar el déficit fiscal resultante. De ahí que esta obra de construcción fuera objeto de severas críticas, causa de airadas protestas y emblema de un escándalo administrativo.
Un rascacielos de otra dimensión
La Elbphilharmonie ya se ha convertido en el símbolo de la ciudad de Hamburgo, así como la Ópera de Sydney, la Filarmónica de Berlín, el Walt Disney Hall en Los Ángeles y el Lincoln Center de Nueva York.
Tímpano todopoderoso
El 11 de enero de 2017 se inaugurará la gran sala sinfónica de la Filarmónica del Elba, que albergará hasta a 2.150 espectadores. De su acústica se encargó Yasuhisa Toyota, uno de los mejores ingenieros del mundo en ese ámbito. Su diseño arquitectónico trae a la mente la imagen de un viñedo sobre la ladera de una montaña y se parece al que aplicó Hans Schauron en la Philharmonie de Berlín en 1957.
El libro
Lukas Föhr describe e ilustra con imágenes en el libro "Jahrhundertbau Elbphilharmonie", de casi 250 páginas, la historia de esta construcción del siglo XXI, su arquitectura, su ingeniería, pero también el proceso y las dificultades a todos los niveles.