Ferdinand Piëch: una vida por los automóviles
El patriarca y poderoso empresario Ferdinand Piëch murió a los 82 años. A pesar de muchas disputas y de una amarga retirada, se destacó por sus grandes éxitos. Nadie le dio más personalidad al Volkswagen que él.
Los primeros pasos
Ferdinand Piëch era el nieto de Ferdinand Porsche, quien fundó la empresa automovilística Porsche y fundó a pedido de Hitler la fábrica de Volkswagen, desarrollando el legendario escarabajo. Más tarde, el nieto de Porsche desempeñó sus primeros pasos dentro de la empresa familiar y ascendió a director del Departamento Técnico.
Brillante estreno: el Porsche 917
En 1969 Piëch lanzó al mercado uno de los coches de carrera de Le Mans más exitosos del siglo XX. En aquel entonces, el Porsche 917 era el automóvil alemán más rápido. En 1970 y 1971 ganó la legendaria carrera de Le Mans. Le siguieron otros modelos: 936, 956 y 962. Pero poco después pasó a trabajar para el fabricante de automóviles Audi.
Una salida para Audi
Cuando Volkswagen compró la empresa en 1969, Audi no tenía la fuerza de Porsche ni la clase de Mercedes, o el elegante diseño de BMW. En su calidad de miembro de la Junta Directiva encargado de la tecnología, en los años 70, Piëch introdujo innovaciones importantes. Por ejemplo, mejoró el motor diésel ajustándolo a las necesidades de un coche familiar.
Renacimiento de la doble tracción
Piëch no inventó la tracción a cuatro ruedas, pero la redescubrió. La patente data de 1893, pero casi no se usaba en automóviles. Eso cambió con la llegada del Audi Quattro, que dominó las carreras de los años 80 (foto). Gracias a ese éxito, Audi pudo vender más de 10.000 modelos. El motor de cinco cilindros fue una innovación bajo la dirección de Piëch.
Un aire renovador
En 1993, Piëch, se convirtió en presidente de Volkswagen. Las ventas estaban cayendo y los costos eran extremadamente altos. En otras palabras, la empresa estaba al borde de la bancarrota. Volkswagen perdió 1.250 millones de marcos durante el primer trimestre de 1993. Con su excepcional talento como ingeniero y con su visión hizo de VW una marca de renombre mundial.
El sucesor
En 2002 se convirtió en miembro del Consejo de Vigilancia de VW. Su sucesor tenía que ser mejor que él, dijo. En 1998, el entonces jefe de BMW, Bernd Pischetsrieder (foto a la derecha) y Piëch hicieron ofertas para comprar la marca Rolls-Royce/Bentley. Piëch obtuvo la marca, pero Pieschetsrieder se quedó con los derechos para BMW. Más tarde, Piëch trae a Pischetsrieder a VW.
Lo único que importa son los números
"O los números son correctos, o quiero ver nuevas caras", dijo entonces Piëch. Pischetsrieder era también uno de los miembros de la junta y tenía gran rivalidad con Piëch, conocido por su liderazgo autoritario e intransigente. Era temido tanto en la empresa como en su familia.
El coche más rápido
Bajo el mando de Piëch también se llevó a cabo la ambiciosa compra de la legendaria marca Bugatti. Al modelo se le infundió nueva vida con 16 cilindros y una velocidad máxima de 407 kilómetros por hora. Un ejemplar cuesta cerca de dos millones de dólares. Durante años, el Veyron fue el coche más rápido del mundo, un símbolo del estilo de Piëch.
Goliat contra David
En 2008, Wendelin Wiedeking, el director general de Porsche, intentó tomar el control de VW. Sin embargo, Piëch estaba en contra. Porsche estaba atravesando una crisis financiera, ya que contrajo una deuda de alrededor de 10 mil millones de euros.
Volkswagen, cada vez más poderoso
Volkswagen es una multinacional, y tiene bajo su dirección a 13 empresas, incluyendo las marcas de lujo Porsche, Audi, Bentley, Lamborghini y Bugatti. Y las más económicas: Seat, Scoda, Scania y MAN. Con la última marca, Moia, VW quiere convertirse en un proveedor líder de servicios de movilidad y ofrecer servicios de transporte compartido.
Del consejo de administración al de supervisión
Piëch fue sustituido al frente del consejo de administración en 2002. A pesar de eso, siguió siendo el hombre más influyente dentro de VW. En 2015 sufrió su gran derrota. El entonces CEO Winterkorn era muy exitoso y contaba con el apoyo del Consejo de Supervisión, incluyendo al primo de Piëch, Wolfgang Porsche.
Volkswagen en crisis
Poco tiempo después, Winterkorn se enfrentó con el escándalo de las emisiones. Durante años, VW había manipulado los coches diésel. Según la base de datos, cumplían con los límites de emisiones, pero en realidad emitían considerablemente más contaminantes. En septiembre de 2015, salió a la luz el fraude. Lo que no está claro es cuanto sabía Piëch.
El legado final
Según Ferdinand Piëch, solo tres cosas eran importantes en su vida: “Volkswagen, familia, dinero. En ese orden”. Luego de vender sus acciones obtuvo mucho dinero. Además, le quedaron los recuerdos de su larga carrera en VW y tal vez un poco de amargura por la crisis de su empresa.