Feministas se organizan para hacer segura a Oaxaca
4 de marzo de 2022Caminar por las calles, viajar en transporte público, andar en bicicleta: actividades cotidianas que, para las mujeres de Oaxaca, en México, implican grandes riesgos.
Sencillamente porque no saben si volverán sanas y salvas a sus casas. Desde el acoso sexual callejero, hasta el abuso sexual, el secuestro y el feminicidio, pasando por miradas lascivas y frases obscenas, todo les puede pasar.
"En la ciudad de Oaxaca, la violencia de género que vivimos las mujeres es un tema preocupante”, sostiene la psicóloga Carmen Calvo Cruz en diálogo con DW. "Y muchas de estas violencias tienen lugar en el espacio público”, indica.
"Estas violencias no nos dejan hacer nuestras actividades diarias, no podemos ir en bus con la ropa que queremos, no podemos caminar hasta tarde por la noche, nos movemos con miedo a que alguien nos persiga”, detalla la experta desde la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Ante esta realidad, la organización feminista Consorcio Oaxaca, decidió impulsar la iniciativa "Caminemos”, una red de espacios seguros para las mujeres.
Así, articularon una serie de negocios y locales, que ya suman cerca de un centenar, que llevan la denominación de "espacio seguro para las mujeres”, a los que les brindan una capacitación en la temática, y les entregan un kit para ser utilizado ante una emergencia.
Primeros auxilios psicológicos
"Se les ofrecen herramientas claves para saber cómo reaccionar ante este tipo de incidentes, que no son de delincuencia común, sino que están relacionados con la violencia de género”, explica a este medio Elizabeth Mosqueda Rivera, coordinadora de la iniciativa.
"Se trata de una metodología basada en los primeros auxilios psicológicos”, grafica, "para saber cómo actuar ante una persona que está en crisis, ya sea porque fue víctima de algún tipo de agresión en el negocio o en las inmediaciones, o bien, porque ingresa al lugar para resguardarse ante una situación en la que se ve amenazada”.
¿Qué contiene este kit? – "Una guía de primeros auxilios psicológicos, un frasco de aromaterapia -para relajar-, una pelota antiestrés, dulces ácidos -que ayudan a inhibir el cortisol que se dispara ante un estado de alerta-, y un directorio con datos de contacto de organizaciones e instituciones estatales, a las que les compete actuar en los casos de violencia de género”, detalla Mosqueda Rivera.
La iniciativa, que por ahora funciona en los municipios de Oaxaca, Juárez y Xoxocotlán, y que prevé extenderse a otros, ya ha demostrado su eficacia ante diferentes casos de violencia, y se ha convertido en un punto de referencia, que ha ido ganando la confianza de amplios sectores de la sociedad.
"No tienes que ser feminista para poder auxiliar a una mujer en riesgo”, sostienen, en este sentido, sus organizadoras.
"Caminemos" es una alternativa más, no es la única, porque la problemática es muy compleja", admiten, asimismo, las activistas.
Discursos patriarcales aún vigentes
Y resaltan que aún es mucho lo que falta por hacer a nivel de la sociedad en su conjunto en cuanto a "sensibilización frente a la problemática”.
"Lamentablemente la sensibilidad respecto a este tipo de agresiones en nuestra ciudad sigue siendo bastante baja”, dice Mosqueda Rivera. "Las reacciones siguen estando muy enfocadas en culpabilizar a las mujeres, por la forma en la que vestimos, o por los espacios en los que circulamos”, critica.
"Y nosotras cuestionamos estas formas de pensar, que están tan normalizadas en nuestra cultura”, afirma.
"Tenemos el derecho a un espacio público incluyente”, sostiene la feminista mexicana nacida en Mérida, Yucatán.
Con la red "Caminemos” trabajan en ese sentido. E invitan: "Los espacios seguros son posibles, pero todas las personas tienen que involucrarse en su construcción”.