Fallece camarógrafo herido durante manifestaciones en Brasil
10 de febrero de 2014
El camarógrafo de la red televisiva brasileña Bandeirantes Santiago Andrade falleció a raíz de las heridas sufridas el jueves, cuando fue alcanzado por una bengala mientras filmaba enfrentamientos entre policías y manifestantes durante una protesta en Río de Janeiro.
Según la Secretaría Municipal de Salud, en la mañana de este lunes los médicos del hospital Souza Aguiar confirmaron la muerte cerebral del reportero de 49 años, quien fue sometido a una cirugía en la madrugada del viernes y desde entonces estaba en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ordenó a la policía federal investigar el ataque. Horas después de que la Secretaría Municipal de Salud de Río confirmara la muerte cerebral de Andrade, Rousseff utilizó su cuenta en Twitter para condenar la violencia en las protestas.
"No es admisible que las protestas democráticas sean desvirtuados por quienes no tienen respeto por vidas humanas", afirmó la mandataria.
Según Rousseff, "la libertad de manifestación es un principio fundamental de la democracia y jamás puede ser usada para matar, herir, agredir y amenazar vidas humanas, ni tampoco para destruir patrimonio público o privado".
"Ordené a la policía federal que apoye, en lo que sea necesario, las investigaciones para que se imponga el castigo que corresponda", concluyó.
Andrade sufrió hundimiento de cráneo tras ser alcanzado en la cabeza por un artefacto explosivo durante los disturbios. Según los expertos forenses de la policía, las heridas fueron causadas por una bengala lanzada por uno de los manifestantes.
El sábado, la policía identificó a uno de los autores del ataque: un joven de 22 años, quien admitió que llegó a tener en su mano el explosivo, pero aseguró que se lo entregó a otro manifestante.
En su testimonio, Fabio Raposo Barbosa, denunciado como coautor del ataque, afirmó que la bengala fue lanzada por ese segundo manifestante, a quien no logró identificar.
Crece la indignación
Tras la muerte de Andrade, varias asociaciones de empresarios y profesionales de la prensa divulgaron comunicados en los que demandaron medidas de las autoridades para identificar a los responsables de la tragedia y evitar casos similares en el futuro.
La nota más dura fue la divulgada por la Asociación de Reporteros Fotográficos y Cinematográficos de Río (Arfoc), que acusó directamente a los "black blocs" -anarquistas que defienden el uso de la violencia contra bancos, tiendas y otros símbolos del capitalismo- de la muerte del camarógrafo.
"Exigimos que las autoridades de seguridad del estado de Río de Janeiro inicien de inmediato una investigación penal para verificar quienes son los que defienden, financian y suministran asesoría jurídica a este grupo de criminales -hoy asesinos- autodenominados black blocs, que agreden y matan a un periodista", dice el texto firmado por el presaidente de la entidad, Luiz Hermano.
A su vez, la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj) demandó del Estado "una pronta reacción para frenar este tipo de violencia", y sostuvo que, "sea quien fuere el autor", es necesario castigar a "todos los autores intelectuales o físicos de esta muerte".
"La base democrática de la información fue alcanzada. Tenemos que reaccionar", agrega la nota, firmada por el presidente de la entidad, Celso Schroeder.
Prometen esclarecer el caso
También el presidente de la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión (Abert), Daniel Slaviero, pidió un "castigo ejemplar" a los que lanzaron el artefacto explosivo que mató a Andrade, ya que, "cuando un profesional de prensa es impedido de ejercer su actividad, la que más pierde es la sociedad brasileña".
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, prometió por su parte identificar y enjuiciar a los responsables de la muerte del camarógrafo: "El derecho de manifestación es fundamental para la democracia, pero la violencia es inaceptable", dijo.
Además de Andrade, otras seis mujeres resultaron levemente heridas durante la protesta contra el aumento de casi un diez por ciento de los precios de los pasajes de autobús, que entró en vigor este sábado en Río de Janeiro.
La manifestación, que fue reprimida por la policía con bombas de gas lacrimógeno y spray pimienta, resultó además en la detención de 28 personas, de las cuales 20 han sido denunciadas por causar daños al patrimonio público y privado.
EL(dpa, efe)