Fábrica de goles
21 de noviembre de 2008En el fútbol alemán los resultados en esta temporada son ricos en goles, y gracias a ellos no sólo ha aumentado el atractivo para el público que sigue la Bundesliga, también se han superado ampliamente los promedios de las ligas más importantes de Europa: Inglaterra, España e Italia.
Las cifras
Un 3-3; un 5-4; o un 4-2, ya no son marcadores insólitos, ellos han ocupado en el actual torneo el lugar de los fríos 1-0 ó 1-1. En la Bundesliga, durante 117 partidos, en 13 jornadas (poca más de un tercio del total a jugar), se han anotado 356 goles, para un promedio de 3,04 por encuentro, apenas una décima debajo del récord impuesto hace 20 años (3,14), que es mejor que los registros actuales de España (2,76), Inglaterra (2,72) e Italia (2,28).
Revisando las estadísticas se ve a cinco equipos que han marcado en promedio más de dos goles por partido: Hoffenheim (2,6); Leverkusen y Bremen (2,38); Bayern Munich (2,2) y Wolfsburg (2,1). Además hay casos como el del Estadio Allianz Arena de Munich en el cual se ha alcanzado el increíble récord de 5,3 anotaciones por partido, en total 32 durante los 6 juegos que ha alojado en lo que va corrido del torneo.
La mano de los técnicos
Una de las explicaciones para el "renacimiento" de la ofensiva en el fútbol alemán se explica sin duda con el arribo, a principio de temporada, de un gran número de entrenadores nuevos, amigos del espectáculo, arriesgados impulsadores del juego frontal, cuyas ordenes son las de marchar siempre hacia delante buscando la valla rival.
Ralf Rangnick en Hoffenheim (34 goles), Bruno Labadia en Leverkusen y el siempre ofesivo Thomas Schaaf del Bremen (ambos 31 goles), Juergen Klinsmann en el Bayern (29 goles), el ahora amigo del fútbol vertical Felix Magath en Wolfsburg (28 goles), Juergen Klopp en Dortmund (24 goles) y Martín Jol en Hamburgo (20 goles), son los principales responsables de que la Bundesliga esté llena de anotaciones.
Pero así como la moneda tiene dos caras, también el fútbol ofensivo que se práctica hoy en Alemania tiene su lado oscuro, que de todas formas aporta al gran promedio de tantos: la defensa.
No es sólo que entre más se ataque más goles se marcan; volcarse a la ofensiva significa casi que como consecuencia lógica la apertura del sector posterior, por ello no es casualidad que los equipos grandes o de punta reciban muchas anotaciones en contra.
La situación se aprecia mucho mejor cuando se toma como punto de comparación el último equipo de la tabla, el Cottbus, que ha encajado en este campeonato 20 goles, uno más que el Hoffenheim (2°); tantos como el Bayern (3°); uno menos que el Hamburgo (5°) y que el Wolfsburg (9°); e incluso 4 menos que el Bremen (7°).
Los protagonistas
Lo cierto es que pese a este desequilibrio entre defensa y ataque, el espectador ha sido el gran beneficiado del nuevo estilo del fútbol alemán que podría resumirse en pocas palabras: rápido, vertical, creativo, de pocas pausas y siempre de cara al arco.
Este tipo de juego le abre espacios para que brillen a jugadores consagrados como Franck Ribéry, Ze Roberto, Diego, Claudio Pizarro y Mladen Petric; y a nuevas figuras tales como Vedad Ibisevic, Grafite, Patrick Helmes, Demba Ba, Chinedu Obasi, Mesut Özil, o Marko Marin.
En Alemania ya no se va el fin de semana sólo a ver fútbol, ahora se asiste al estadio con la certeza de ver muchos goles.