Explotación en plantaciones de flores
26 de noviembre de 2005
FIAN de Alemania, "Organización Internacional de Humanos", organizó en Frankfurt las Jornadas Internacionales sobre los bajos sueldos en el Tercer Mundo. Se impartieron seminarios de problemas generales en las plantaciones y entre otros, de cómo reaccionar y qué hacer en distintas situaciones cuando un inspector llega a una plantación para hacer la inspección correspondiente.
Flower Label Programm (FLP) es una campaña que defiende la salud y los Derechos Humanos del empleado de las plantaciones de flores. Cuando estas plantaciones cumplen con todos los requisitos del programa, se le otorga un sello que avala la adhesión al proyecto. De esta forma se identifica con más transparencia de dónde viene el producto y además que ha sido producido respetando los derechos de sus empleados.
Las flores que se compran en las cadenas de supermercados en Alemania y en Europa, son de precios accesibles. Incluso inexplicablemente baratos, pues así lo demanda el mercado, haciendo que el producto cueste menos, pero.. ¿a costas de quién?.
Campañas de Flores
"La campaña comenzó hace unos 15 años", dijo Gertrud Falk, Coordinadora de la Campaña de Flores del FIAN a DW-WORLD y agregó que "muchos grupos apoyan el trabajo". La iniciativa comenzó en 1990 por la gran cantidad de denuncias recibidas desde Colombia por violaciones a los Derechos Humanos y por los efectos perjudiciales a la salud. Este país es el mayor productor de flores del sur. Entonces comenzó la campaña desde Alemania y Suiza. Los sindicatos y "Organizaciones No Gubernamentales" locales no lograron la resonancia esperada en el gobierno colombiano, por lo cual debieron buscar la ayuda y apoyo de los países importadores.
Latinoamérica
"El problema en algunos países es que en las plantaciones no hay sindicatos" dijo Flak, "pero hay 'comités de trabajo' que se encargan de representar a los trabajadores. Flak asegura a DW-WORLD que por parte de FIAN se hace todo lo posible para poder darles las herramientas a los comités de trabajo como para que puedan reclamar sus derechos.
Es el caso de algunos países latinoamericanos. "En Colombia hay cientos de plantaciones de flores, el problema es que no tienen sindicatos por una ley colombiana, pero sí hay comités de trabajo". Flak agrega: "La situación en Ecuador es mejor, hay 40 plantaciones registradas en FIAN, de las cuales una tiene un sindicato y las restantes sólo comités de trabajo". Esto es positivo pensando que ninguna podría estar adherida al proyecto y que en ninguna pudiesen tomarse medidas de control.
Represalias
En países latinoamericanos, algunos trabajadores que se incorporaron a algún sindicato o comités de trabajo, debieron enfrentar represalias "En Ecuador, a un empleado que trabajaba en las plantaciones lo pusieron a pelar papas en la comedor por haberse quejado". "A otro en Colombia lo denunciaron de robo por haber ingresado al sindicato".
En países como Kenia, en las 11 plantaciones donde se firmaron contratos para poder recibir el sello "Flower Label Programm" (FLP) por pertenecer al proyecto, se logró el aumento de sueldos. El salario que ahora reciben (50 euros mensuales) está por encima del pagado por las demás plantaciones de flores, pero no llega al mínimo vital y móvil estipulado en 100 euros. Es por eso que FIAN, en conjunto con otras organizaciones, siguen insistiendo en controles periódicos a las plantaciones, apoyando a los trabajadores y organizando seminarios para hacer saber que el cuidado y respeto de la salud y los derechos humanos es más importante que la explotación del hombre para lograr una ganancia mayor.