Explosión en Damasco
21 de marzo de 2013La televisión estatal siria informó sobre 42 muertos y más de 80 heridos, citando fuentes del Ministerio de Salud, y dijo que la explosión fue provocada por un atacante suicida con un coche bomba. La detonación se produjo frente a la mezquita Al Iman, en el barrio de Al Mazraa en la capital siria, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres y una red de activistas en toda Siria, en un comunicado enviado por email.
La televisión estatal responsabilizó a "bandas terroristas" -como denomina el régimen a los rebeldes de la oposición- de la muerte de Sheij Mohamed Saeed Al Bouti, que estaba dando un sermón en el momento del ataque. Pese a ser sunita, como la mayoría de la población del país y como la mayoría de los rebeldes que se enfrentan al Gobierno, Al Bouti era próximo al régimen del presidente Bashar al Assad, de la minoría alauita -una rama del islam chiita- y había criticado las protestas prodemocráticas que comenzaron en 2011 y que han derivado en la actual guerra civil.
"La ira de Dios"
Nacido en 1929, el clérigo fue nombrado en 1960 decano de la facultad de religión de la Universidad de Damasco, donde impartía clases y dirigía el departamento de Teología. Buti ofrecía los sermones semanales de los viernes a través de la televisión estatal y era recordado por muchos lugareños por un sermón que dio a inicios del conflicto, en el que dijo al presidente Assad que había tenido una visión de que Siria "recibiría la ira de Dios", pero que sobreviviría. En uno de sus discursos televisados, Buti describió a la oposición al presidente Bashar al-Assad como "escoria". También usó su posición para llamar a los sirios a unirse a las fuerzas armadas y ayudar a Assad a derrotar a sus rivales en la rebelión del país, que se ha extendido por dos años.
¿Coche bomba o proyectil de mortero?
La televisión estatal mostró imágenes de heridos y el suelo de la mezquita cubierto de sangre. Decenas de ambulancias se veían en el lugar de la explosión, que fue sellada por el Ejército. Al Mazraa es controlado por las fuerzas del gobierno sirio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que no estaba claro si la detonación fue provocada por un coche bomba o por un proyectil de mortero. Tampoco estaba claro quién está detrás de la explosión. Si combatientes de la oposición fueron los responsables, eso indicaría la facilidad con la que pueden atacar ahora en el corazón de la capital siria, comparado con su tenue fuerza hace dos años.
Sin embargo, algunos activistas de la oposición argumentaron que los rebeldes no podían estar detrás del ataque, y lo calificaron como un complot del Gobierno. Dijeron que era poco probable que los insurgentes, muchos de los cuales son profundamente religiosos, fuesen a apuntar contra una mezquita. No obstante, lo mismo valdría para el resto de la población o el Gobierno del país.
rml (dpa, reuters)