Expertos: Pablo Neruda no fue asesinado
8 de noviembre de 2013El poeta chileno y premio Nobel de Literatura Pablo Neruda murió a causa de un cáncer de próstata y no envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), confirmaron este viernes los peritos nacionales e internacionales que analizaron sus restos.
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María de Santiago de Chile, 12 días después del derrocamiento y muerte de su amigo, el presidente socialista Salvador Allende.
"Los análisis toxicológicos efectuados en los restos óseos del señor Pablo Neruda acreditan la presencia de productos farmacéuticos para el tratamiento de enfermedades cancerosas, específicamente del cáncer de próstata, que eran utilizados en la época", señala el informe leído esta mañana por el doctor Patricio Bustos, director del Servicio Médico Legal (SML) de Chile, que encabezó las investigaciones.
"No se han encontrado agentes químicos relevantes que pudieran relacionarse con el desenlace de la muerte del señor Pablo Neruda", añadió Bustos, como tampoco "evidencia forense alguna que permita establecer una etimología médico legal por causas no naturales en la muerte..." del vate, concluyó el profesional.
¿Termina la controversia?
Bustos encabezó el equipo de expertos nacionales y extranjeros encargado de analizar los restos del trovador, tras una querella que acogió el juez especial Mario Carroza. Ésta había sido interpuesta por el Partido Comunista (PC), al que perteneció Neruda hasta su muerte.
El PC acudió a los tribunales después de que el asistente y chofer de Neruda, Manuel Araya, sostuviera que mientras el vate se encontraba en la clínica le fue suministrada una inyección letal que más tarde le provocaría la muerte.
El juez Carroza ordenó entonces en abril pasado la exhumación de los restos del poeta, que descansaban en la tumba en su casa de Isla Negra, en el litoral central chileno. Tras ello envió muestras a expertos para que verificaran si su muerte se debió a un envenenamiento o a un cáncer.
El equipo de investigadores lo integraron científicos del Servicio Externo de Ciencias y Técnicas Forenses de la Universidad de Murcia, en España; de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, y del Servicio Médico Legal de Chile.
EL(dpa, EFE)