Exagente de la CIA sentenciado por filtración a la prensa
27 de enero de 2015
Según la acusación, Sterling compartió información, con un periodista de The New York Times, sobre las estrategias estadounidenses hacia Irán en materia nuclear.
Jeffrey Sterling fue hallado culpable de nueve cargos, incluidas seis acusaciones de proveer información sobre defensa nacional sin autorización, dijo el portavoz Peter Carr. Los fiscales dijeron que las filtraciones pusieron en riesgo vidas y comprometieron los esfuerzos estadounidenses para coartar los planes nucleares de Irán.
El caso generó debates en torno al derecho periodístico de mantener secreta la fuente de sus informaciones, luego de que la justicia intentara llevar al periodista James Risen a declarar. El periodista había dicho que prefería ir a cárcel antes que revelar su fuente.
Risen compareció en la corte previamente este mes antes del inicio del juicio y respondió algunas preguntas puntuales sobre el asunto, pero se negó a discutir información específica sobre sus fuentes. La justicia finalmente decidió no forzarlo a presentar testimonio.
Según la sentencia, Sterling filtró a Risen datos sobre un plan de la CIA para entregar información falsa a Irán a fin de entorpecer su programa nuclear. Los datos fueron publicados en el libro "State of War" ("Estado de Guerra"), de Risen, y la justicia llegó a la conclusión de que sólo Sterling podía haber suministrado la información sobre la operación.
El veredicto es una victoria para el Departamento de Justicia, que durante la gestión del presidente Barack Obama ha procesado a un número récord de empleados del Gobierno por filtraciones de información clasificada.
El fiscal general Eric Holder fue duramente criticado en el 2013 por la decisión del Departamento de Justicia de acceder a los registros telefónicos de la agencia Associated Press, una medida denunciada como una grave violación de la libertad de prensa.Previamente este mes, Holder revisó la política del departamento que requiere que el fiscal general autorice escuchas telefónicas de miembros de la prensa.
RML (dpa, Reuters)