Ex-Argentina: crear en la crisis
28 de abril de 2004En el marco de "Ex-Argentina", un proyecto del Instituto Goethe de Buenos Aires patrocinado por la Fundación Federal Alemana de Cultura, se presenta "Planes de Fuga del Trabajo al Hacer". La muestra reúne los trabajos de artistas de Argentina y Europa, quienes toman posición respecto de los efectos de la política económica internacional y la ideología neoliberal en la vida de las personas. Da testimonio de los levantamientos y protestas sociales a partir de la crisis económica argentina, entrelazando el caso de Argentina, "alumno modelo" del FMI, y ejemplo de las consecuencias de la neoliberalización de las economías, con casos de corrupción política en Alemania, la liquidación de puestos de trabajo en este país, y los sueldos ínfimos al otro lado del océano. Se crea así una simetría entre el caso testigo Argentina y desarrollos similares en otros países de los llamados "centrales".
Una nueva dimensión del concepto de trabajo
La muestra presenta un resumen provisorio del proyecto "Ex-Argentina", que comenzó en 2002. El título se origina en el hecho de que los artistas que participan no son sólo investigadores sociales, sino personas que están comprometidas con lo que John Holloway, teórico escocés radicado en México, autor de "Transformar el mundo sin tomar el poder", llamó "La fuga del trabajo al hacer", es decir, pasar de simplemente trabajar a un "hacer creativamente". Esta expresión describe, en primer término, la fuga de capitales, el retiro de inversores que perdieron su apuesta, con el cierre de industrias locales como consecuencia, lo que genera millones de desempleados. La otra cara de esta fuga de capitales es el fin de una forma más de represión organizada en los lugares de trabajo, en los que se sobrevive con sueldos miserables.
De este modo, la "fuga del trabajo" se transforma en el proceso mediante el cual los desempleados crean nuevas formas de organización y ayuda mutua, como comedores solidarios, asambleas barriales, la puesta en marcha de fábricas abandonadas por sus dueños, y el reciclaje de residuos, como en el caso de los "cartoneros", que recogen papel y cartón de la basura en la Ciudad de Buenos Aires, para venderlo y poder asegurar de ese modo el sustento mínimo necesario para sus familias.
Al "huir del trabajo al hacer" esta fuga desemboca en una marginalización de los trabajadores, que se autoorganizan, al ser abandonados a su suerte por el capital y el estado, creando nuevas formas de producción. Un ejemplo de ello es la toma de la fábrica textil Brukman de Buenos Aires en febrero de 2002, abandonada por sus dueños, y que volvió a ser puesta en marcha por sus empleados, de los cuales una gran parte son mujeres.
Arte y denuncia social
El aporte de los artistas, residentes en Argentina y Europa, es multimedial y abarca historietas, un atlas socio-económico de 1930 actualizado, óleos, collages, cortos cinematográficos, videos y sueños relatados, afiches, espacios escenográficos y esculturas. Además, varios colectivos de arte denuncian temas sociales. Los posters del colectivo "Etcétera" dan testimonio de los primeros escraches (denuncias públicas e intervenciones callejeras) a los responsables de la dictadura militar en Argentina.
Según Alice Creischer y Andreas Siekmann, directores artísticos de la muestra, esta fuga puede significar también una liberación hacia un hacer que no está desligado del entorno vital, que es lúdico y nutre a quien lo realiza, y a la sociedad, y es aquí donde se apela al arte institucionalizado, para que, por esa vía, tome una posición comprometida con la realidad.
Cartografía de un país posible
Las relaciones entre el trabajo y el capital se presentan al visitante en su recorrido, entrelazando sucesos recientes de la historia argentina con el contexto político mundial. En la exposición se hace hincapié en la participación y presencia en Argentina, antes y durante la dictadura militar, de empresas multinacionales alemanas, entre otras. En varios de los tramos expuestos se trabajó con una estética de lo posible, con materiales y objetos que, por lo precarios, traspasan y conmueven al espectador con su ingenuidad y lo hacen volver a aquello que es básicamente humano: la necesidad de trabajo, alimento, salud, educación y juego.
Describiendo a modo de trayecto por un corredor histórico, a un tiempo virtual y palpable, los vínculos entre las decisiones de los grupos que ostentan el poder económico, y sus consecuencias concretas en la vida de la gente, la muestra nos hace recorrer la historia reciente de Argentina. El contexto histórico no es relatado desde un orden lógico, sino que, precisamente, se ocupa de mostrar la ruptura del orden que hace funcionar la maquinaria del trabajo y del capital. Los artistas expresan en la muestra su solidaridad con los seres de carne y hueso que cargaron con los efectos de los cambios acelerados y constantes en la realidad argentina, y crean en su búsqueda una alternativa para la expresión que no quiere adherir a las leyes del mercado. Ex-Argentina es también la visión de una Argentina posible.