Eurovisión 2012, mucho más que música
27 de mayo de 2012Con una original puesta en escena, protagonizada por los movimientos de la oscura melena de la cantante –de espectacular voz- y una coreografía con amplios movimientos de brazos, la sueca Loreen, una de las favoritas, se alzaba este sábado (26.05.2012) con el triunfo en la 57ª edición del Festival de la Canción Eurovisión.
La interpretación de Loreen de “Euphoria”, una pieza de estilo disco con dosis épicas, incorporó la coreografía de un B-Boy, un bailarín que realizó movimientos de breakdance para redondear la espectacular actuación. Desde el principio de las votaciones, Suecia se adelantó claramente en el marcador.
Como premio, Loreen recibirá un trofeo de cristal con la forma de un micrófono y Suecia será la sede de la 58ª edición de Eurovisión en 2013. Se trata del quinto triunfo para el país nórdico. En 1974, el ganador fue el grupo ABBA, con la hoy célebre canción "Waterloo".
Toques de color
El segundo puesto fue para Rusia, con el grupo de abuelas Buranovskiye Babushki, que interpretaron la canción "Party For Everybody". Ataviadas con sus trajes regionales, las abuelas pusieron el toque de color al certamen. En tercer lugar se colocó Serbia, con la interpretación que Joksimovic realizó de 'Nije Ljubav Stvar'. El país anfitrión, Azerbaiyán, consiguió colarse en el cuarto puesto gracias a Sabina Babajewa y su versión del tema "When The Music Dies". Algo más abajo, en el octavo, se situó Alemania, con la balada “Standing still”, interpretada por Roman Lob.
La sentida actuación de Pastora Soler con la balada “Quédate conmigo” sirvió para que España ocupara un honroso décimo lugar con el que devolver al país algo de orgullo eurovisivo perdido en los últimos años. En cualquier caso, con la crisis galopante que padece la economía española, la cantante ya había anunciado medio en broma que no era el mejor momento para ganar, debido a lo costoso de la organización de la gala.
Cabe mencionar la actuación del grupo rumano Mandinga, interpretando en español gran parte del texto la canción “Zaleilah”. Aunque el estribillo estaba en inglés, sorprendieron tanto la cantante, de aire latino, como el tema, que, aunque disco, incorporaba ritmos y dejes de la música de baile sudamericana. Algunos miembros del conjunto proceden de Cuba.
La melodía de los derechos humanos
Cuando el musicólogo del futuro realice un trabajo de investigación sobre el Festival de Eurovisión no indagará en el formato, el estilo melódico y la recurrencia de ciertos ritmos en las canciones eurovisivas. Probablemente se preguntará por la pervivencia de un evento que ha tenido sus fases de decadencia, pero que en los últimos años vuelve a causar furor entre los europeos, trasfondo político incluido.
La celebración del Festival en Azerbaiyán no ha estado exenta de polémica. Armenia decidió no acudir a esta edición por “circunstancias ajenas a la Unión Europea de Radiodifusión”, según la versión oficial, aunque son conocidas las difíciles relaciones que mantienen ambos países.
Horas antes del comienzo del Festival, Amnistía Internacional otorgó simbólicamente "cero puntos" al país anfitrión, Azerbaiyán, en materia de libertad de prensa y de asociación. Unos quinientos miembros participaron en la votación simbólica durante la reunión anual de la organización en Neu-Ulm, Alemania. La organización protestó así contra la limitación de derechos civiles en el país anfitrión.
El mensaje de Alemania
Los cantantes tienen prohibición explícita de lanzar consignas políticas en el escenario. Sin embargo, la conocida presentadora alemana Anke Engelke, encargada en la edición de ayer de transmitir los votos de su país al resto de los participantes, lanzó un mensaje que ofrecía poco lugar al equívoco.
Tras agradecer al país anfitrión su hospitalidad, Engelke dijo: “En esta velada no es posible votar por el propio país. Pero es bueno poder votar. Y es bueno que existan elecciones. Mucha suerte en tu viaje, Azerbaiyán. Europa te observa“. Los medios alemanes se hacían eco regocijados de las palabras de Engellke. “Danke, Anke!“ (es decir:"¡gracias, Anke!"), titulaba con humor el diario alemán Der Spiegel.
Alemania obtiene así un honroso octavo puesto en el Festival de la Canción y se apunta un motivo más de celebración por su implicación, aunque sea de forma tangencial, en el controvertido debate sobre los derechos humanos, que ha sido otro protagonista más en la pasada edición del concurso.
Autora: María Santacecilia
Editora: Rosa Muñoz Lima